Heyman Vázquez, conocido sacerdote y defensor de migrantes, es un hombre que lleva la misericordia en su corazón y no le importa quedarse sin nada con tal de ayudar al prójimo. Así lo afirmó Daniel Hernández Rabanales, director de la Casa del Migrante en Huixtla, al hablar sobre el legado de este párroco.
Explicó que durante los casi 10 años que estuvo al frente de la Iglesia San Francisco de Asís en Huixtla, Heyman dejó una huella imborrable, caracterizada por su incansable apoyo a los migrantes que pasaban por el municipio en su camino hacia los Estados Unidos.
Hernández Rabanales, quien conoce al padre Heyman desde hace más de 35 años, destaca su constante dedicación de apoyar a los más necesitados con un vaso de agua o comida, ya sean migrantes o mexicanos.
"Desde que era seminarista, Heyman ha estado al lado de los más vulnerables, ya sean migrantes o mexicanos, siempre dispuesto a darlo todo sin importar quedarse sin nada", expresó en una plática para Diario del Sur.
Añadió que la llegada del padre Heyman a Huixtla en 2015 fue un punto de inflexión para la comunidad, pues bajo su liderazgo, la pastoral social de la iglesia creció significativamente.
“Uno de sus actos más destacados fue la construcción de la Casa del Migrante de Huixtla, pues él tenía ahorrado un dinero para un viaje a Jerusalén y decidió en su lugar invertirlo en la creación de la casa para los migrantes, demostrando así su profunda compasión y espíritu de sacrificio”, abundó.
Desde que era seminarista, Heyman ha estado al lado de los más vulnerables, ya sean migrantes o mexicanos, siempre dispuesto a darlo todo sin importar quedarse sin nada
Daniel Hernández Rabanales, director de la Casa del Migrante en Huixtla, Chiapas
Destacó que el impacto del padre Heyman no se limitó a Huixtla, pues su labor también se sintió en otros municipios como Arriaga, Motozintla y Tuzantán, donde su presencia siempre trajo consigo cambios positivos y un renovado sentido de esperanza para los más necesitados.
Uno de los recuerdos más emotivos compartidos por, Hernández Rabanales, fue el de las caravanas de migrantes que llegaban a Huixtla, ya que junto con el padre Heyman, salían a la carretera costera de Chiapas para brindar comida a los migrantes.
Contó en una ocasión, asistieron a una caravana de 12 mil personas, mostrando una vez más la inmensa capacidad de Heyman para movilizar recursos y ofrecer ayuda en momentos difíciles para las personas que buscan llegar a los Estados Unidos.
Comentó que la dedicación del padre Heyman a la causa migrante es un testimonio de su profunda fe y amor por la humanidad, porque a lo largo de los años, ha trabajado incansablemente para mejorar las condiciones de vida de aquellos que, por diversas razones, se ven obligados a dejar sus hogares y buscar una vida mejor en tierras extranjeras.
Puntualizó que el padre Heyman ha sido una voz activa en la defensa de los derechos humanos, ya que ha participado en múltiples foros y ha alzado su voz en defensa de los más vulnerables, denunciando las injusticias y abogando por políticas más humanas y justas hacia los migrantes.