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“Si te vuelvo a ver por Romita, te voy a entregar a la maña”. Ese fue uno de los testimonios presentados en la audiencia de formulación de imputación en contra de Roberto N., Roberto Carlos N. y César N., quienes se desempeñaban como director y agentes de la Policía Municipal de Romita, respectivamente, acusados por la presunta desaparición y presunto homicidio de tres jóvenes romitenses.
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Este jueves, en una de las salas de los Juzgados de Oralidad Penal de Irapuato fue llevada a cabo vía remota la audiencia de formulación de imputación en contra de los tres hombres, quienes al momento de su detención fungían como elementos activos de la Policía Municipal, Roberto N., identificado como el titular o comisario, así como su escolta y otro hombre más.
En la primera audiencia pública, un juez otorgó duplicidad de término, tras la petición de la defensa de los detenidos, la cual fue solicitada, a fin de reunir más elementos para la investigación del caso, por lo que será hasta el próximo lunes seis de marzo cuando se determine si son o no vinculados a proceso por el delito de desaparición forzada de personas.
Al iniciar la audiencia, fue petición del fiscal que ésta fuera de carácter privado, dado que serían tratados temas de extrema sensibilidad, sin embargo, al estar la parte ofendida como los detenidos en desacuerdo, fue realizada de forma mixta, únicamente volviéndose privada la parte en la que fueran expuestos los datos sensibles.
Acusan amenazas previas
Lo dicho en audiencia apuntaba a presuntas amenazas del mando policiaco Roberto N. en contra de Juan Pablo, quien ya había comentado a familiares que días antes le dijo que lo entregaría a un grupo criminal, si no se iba del municipio; esta misma amenaza habría sido extendida a Daniela y Carlos Esteban el día de su desaparición.
Fue expuesto que en el parte policíaco presentado por la Policía Municipal se refería que al realizar vigilancia, los elementos a bordo de la unidad 2726 se encontraron con el accidente en el que se encontraban involucradas las víctimas y otro vehículo. También hacía mención de una denuncia en contra de los ahora finados por amenazas de muerte e identificarse como parte de un grupo criminal; sin embargo, al tratar de confirmar esta información con estas personas que fueron llamadas a declarar, nadie refirió tales acusaciones.
Agentes de Tránsito de Romita se encontraban en el lugar de los hechos, realizando lo correspondiente respecto al accidente vial, cuando de acuerdo a la declaración realizada por los mismos agentes, el mando policíaco les indicó que dejaran pendiente la infracción y que ellos se arreglarían.
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Pero llamó la atención otra frase que testigos dijeron haber escuchado por parte del comisario, refiriéndose a Juan Pablo: “Ya traigo yo un pendiente con él”.
Además, de acuerdo con los primeros datos dados a conocer por parte del fiscal, en la revisión realizada el pasado 24 de febrero de la base de datos del Registro Nacional de Detenciones no existía ningún dato alguno sobre la detención de Juan Pablo, Daniela y Carlos Esteban.
Familiares de las víctimas relataron en la primera declaración que realizaron ante la autoridad fue que al acudir a preguntar por ellos a las instalaciones de Seguridad Pública, fueron atendidos de forma grosera y les negaron la información; primero les dijeron que ya no estaban en el lugar, luego que uno de los elementos sacó un libro de registros para después decirle que ni siquiera tenían registro de que hubieran estado en el lugar; la clave para los familiares fue una referencia de otra persona que se encontraba laborando en las instalaciones, quien les refirió sí habían estado detenidos los tres jóvenes, pero que habían sido ya liberados; sin embargo, jamás se les volvió a ver con vida.
Fue señalado ante el juez que cámaras del C4 habrían captado el momento en que Juan Pablo, Daniela y Carlos Esteban fueron extraídos de las instalaciones de Seguridad Pública; sin embargo, estos fueron llevados por elementos con las manos atrás y presuntamente atadas, para después entregarlos a cuatro sujetos hasta el momento desconocidos, quienes llegaron a bordo de una camioneta sin rótulos ni alguna señal de que fueran unidades oficiales.
En este hecho podrían inclusive estar involucradas más personas, pero esto sólo podrá ser determinado mediante las investigaciones
Los Hechos
Daniela, Juan Pablo y Carlos Esteban salieron a festejar por la noche del pasado 19 de febrero. Los tres iban a bordo de una unidad, cuando se vieron involucrados en un accidente vial; esto fue documentado a partir de los últimos contactos que Daniela tuvo con sus familiares.
Una de las llamadas realizadas por la joven mujer a sus familiares fue para avisarles que habían tenido un accidente y que Juan Pablo había sido detenido por elementos municipales.
Hubo un segundo contacto, en el que habrían señalado que el mando policíaco les dijo que no los quería volver a ver en el municipio o les pasaría lo mismo que a Juan Pablo, que se llevaron del lugar a bordo de una unidad oficial.
Asustados, Daniela y Carlos Esteban acudieron a las instalaciones de Seguridad Pública para preguntar por Juan Pablo y buscar pagar la infracción correspondiente, en ese momento se habría dado la orden de su detención, la cual, en la audiencia, se dijo que fue por “haberse dado a la fuga del lugar del accidente”, cuando de acuerdo con los testimonios, agentes de Tránsito los vieron que se quedaron en el lugar, sin otra incidencia al momento de que las unidades de la policía municipal se retiraron con Juan Pablo.
Lo cierto es que, aunque fueron intensos los esfuerzos que familiares y amigos de los tres jóvenes realizaron para su búsqueda y localización, todo fue en vano, pues fue hasta el 23 de febrero que sus cuerpos fueron localizados en una fosa clandestina, en el rancho El Refugio, de la comunidad El Escoplo.
