Ciudad de México.- Un incendió apagó la vida de seis pequeñitos de entre 2 y 13 años de edad, quienes murieron intoxicados y calcinados la madrugada de este viernes sobre Avenida de las Torres casi esquina con Calle San Miguel, en la Colonia Buenavista dentro de la alcaldía de Iztapalapa.
Las llamas y los gritos atrajeron la presencia de los vecinos, quienes intentaron dar apoyo, pero nada pudieron hacer frente el alcance del fuego que rápidamente avanzó ante la mirada de los padres y los consternados curiosos al saber a los niños atrapados.
A partir de las 4:50 horas, arribaron elementos del Heroico Cuerpo de Bomberos y las ambulancias al lugar de los hechos para atender la emergencia de la que no pudieron salvar a los niños que, entre la intoxicación y el fuego habían perecido en el interior de la casa que fue consumida en su totalidad.
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A la llegada de los servicios de emergencia, los colonos fueron retirados del lugar del siniestro por los elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México (SSC-CDMX), con la finalidad de permitir las maniobras, tanto del heroico cuerpo de bomberos como de los paramédicos.
El humo que se extendía por los alrededores impedía ver con claridad la casa en situación vulnerable que era consumida por el fuego rápidamente y que, los avecindados intentaron apagar con los pocos recursos que tuvieron a la mano, a la espera de la llegada de los servicios de emergencia.
Los sobrevivientes fueron puesto a disposición para rendir declaración sobre lo ocurrido y se determinará su situación jurídica al conocer su participación en los hechos, tendrán que responder por la pérdida de los niños.
Más tarde Virginia, la abuela de los menores llegó al sitio conmovida por el suceso cuando fue noticiada al trasladarse a su trabajo como empleada doméstica, pero fue recibida por los vecinos con insultos que la señalaban de “mala madre” y que “vendía a sus hijas”.
Residentes del perímetro, comentaron que los niños constantemente eran abandonados por sus padres y entre lágrimas, lamentaron que terminaran así sus días debido a las adicciones de sus padres.
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Los cuerpos fueron extraídos, uno a uno, de los escombros de la que una vez fue el hogar de los inocentes y ahora aguardarán en el anfiteatro de la demarcación para llevar a cabo las pruebas marcadas por ley.