Irapuato, Gto.- Tras dos años de largas en el litigio, los presuntos secuestradores de Kevin Damián Martínez Barrón y Juan Rodríguez Calcanas, fueron liberados por un Juez Federal. Así lo denunció a través de redes sociales, la madre y esposa de las víctimas Norma Patricia Barrón Nuñez, quien ahora teme por su integridad y la de su familia.
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Los inculpados, quienes fueron capturados y vinculados a proceso hace aproximadamente dos años, son Simon N y Arturo N, que se encontraban recluidos en la cárcel en espera de ser sentenciados.
A través de su perfil de Facebook, Norma denunció que fueron liberados el miércoles. "Ayer un juez les otorga libertad antes de ser enjuiciados, causando con ello un gran dolor a mi familia, y causando miedo y desesperanza para obtener justicia", compartió la mujer, quien a temprana hora de este jueves, acudió a la Fiscalía para seguir exigiendo justicia, esa que desde hace casi cuatro años, no ha llegado y a la que se suma la desesperación de no saber nada de su esposo e hijo desde entonces.
Norma explicó que el Juez en turno, del Consejo del Poder Judicial de la Federación, José de Jesús Rodríguez Hernández, les otorgó la libertad justificando que transcurrieron dos años sin que hayan sido sentenciados, por lo que el mantenerlos en prisión violentaba los derechos humanos. Siendo que fue el propio Poder Judicial, el que aplazó la audiencia a hasta por un año.
Por ello, a partir de este jueves, los presuntos plagiarios, permanecerán bajo resguardo domiciliario y además, el Juez ordenó que se les colocará un brazalete, sin embargo la Fiscalía General de la República, les informó que la pulsera no se les colocara, puesto que no hay dinero para ello por lo que únicamente las viviendas en donde estarán tanto Simón como Arturo, contarán con la custodia de policías de las FSPE.
Las víctimas
Las víctimas son Kevin Damián Martínez Barrón, quien al momento de su desaparición tenía 17 años, estudiaba el cuarto semestre de preparatoria en el CBTis 65 de Irapuato, era amante del deporte y permanentemente participaba en torneos de fútbol.
Juan Rodríguez Calcanas de 36 años en ese entonces, era diseñador de interiores, trabajaba de manera independiente arreglando viviendas y negocios.
La noche que desaparecieron ambos vestían un pantalón de mezclilla, Juan llevaba una playera roja y Kevin una playera azul. Ellos fueron interceptados por un comando armado afuera de su vivienda en la colonia Los Reyes, de Irapuato.
La imagen de las víctimas secuestradas, con los rostros descubiertos pero con ojos cerrados, mientras que Juan sostiene una hoja de libreta en la que se lee, “martes 11 de junio”, le dio la vuelta a la entidad a través de redes sociales. Ese es el último registro de las víctimas con vida.
El caso
El calvario para Norma, inició el sábado 1 de junio. Cerca de la medianoche Norma salió de su casa a bordo de su camioneta y se dirigió a una fiesta, para recoger a otro de sus hijos, quien la había llamado para pedirle que pasara por él.
Ya de regreso a casa, con su hijo, la camioneta se descompuso a mitad del camino y Norma llamó a Kevin, pidiéndole que informara a Juan del desperfecto y lo colgó.
Segundos después, Juan le regresó la llamada y le dijo que tanto él como Kevin, iban a ir a auxiliarlos, pero que primero pasarían a una gasolinera porque creía que el vehículo de Norma se había quedado sin combustible. Eran alrededor de las 00:30 horas del domingo 2 de junio.
Juan y Kevin, nunca llegaron y casi una hora después, otra hija de Norma le llamó diciéndole que se los había llevado.
De acuerdo a los relatos, las víctimas estaban afuera de su casa cuando dos camionetas llegaron al lugar, una era de color negro y una dorada. Hombres armados descendieron de las mismas y bajaron a Juan y a Kevin de una Pick Up, en la que iban a buscar a Norma.
Los plagiarios les quitaron las sandalias y la cartera de Juan, huyeron con las víctimas y dejaron los artículos tirados junto a la camioneta con las luces prendidas. Norma creyó que quizá los hombres armados, eran agentes ministeriales y que habían detenido a su hijo y esposo por llevar la garrafa de combustible.
Por ello, fue a buscarlos al Cereso, pero no los encontró. Fue a la PGR, ahora llamada Fiscalía General de la República pero tampoco estaban. Fue hasta el domingo a las tres de la tarde que regresó al Cereso y presentó la denuncia.
Posteriormente llegaron las llamadas en las que le exigían el pago por el rescate. Los secuestradores pidieron un millón de pesos. Norma de manera inicial reunió 400 mil pesos, pero los delincuentes la amagaron y le solicitaron que depositara el resto y le mandaron una fotografía de su hijo y su esposo.
El 11 de junio, Norma realizó un segundo depósito de 250 mil pesos y días después realizó el pago de 350 mil pesos, pero nunca más volvió a saber de Kevin y de Juan.