León, Gto.- A temprana hora de este miércoles, el supuesto hallazgo de una artefacto explosivo en la colonia Barranca de Venaderos, movilizó a los cuerpos de seguridad y emergencia y al personal Antibombas de la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA) e incluso las clases fueron suspendidas para los estudiantes de la zona. Sin embargo, horas más tarde, se informó que solo era un bote de agua.
A las 4:00 am
Alrededor de las 04:00 horas de la mañana, los números de emergencia 9-1-1, recibieron una llamada en la que informaban sobre la existencia de un artefacto explosivo, sobre la calle Acrilán conocida también como avenida Barranca de Venaderos, entre las calles Del Poliester y Del Esparto, en la mencionada colonia, ubicada a un costado de León Dos.
Al lugar se movilizaron de inmediato, elementos del Ejército Mexicano y la Guardia Nacional, también oficiales de la Policía Municipal y las Fuerzas de Seguridad Pública del Estado (FSPE).
La colonia fue completamente blindada, incluso desde el puente de acceso y los límites con la colonia León Dos, el personal militar revisó los vehículos que intentaban ingresar y salir de la zona.
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Suspenden clases
Vecinos de la zona, informaron que el personal docente de las escuelas, les dio la indicación de que no habría clases debido a la fuerte presencia de las autoridades de seguridad. Sin embargo, esto no fue precisado de manera oficial.
Al pasar de las horas, los rumores se hicieron presentes en la colonia y los alrededores. Se corrió la versión de que se trataba de un enfrentamiento entre militares y delincuentes y también se informó la existencia de un coche bomba, sin embargo, ambas fueron descartadas por las autoridades.
Las calles aledañas a donde supuestamente estaba el explosivo, fueron acordonadas con cinta amarilla y se esperó a la llegada del personal de SEDENA, experto en manejo de explosivos.
Era un bote con agua
Autoridades informaron que no era ningún artefacto explosivo. Se trataba de un tripe de una bocina, de 50 centímetros, un bode agua color negro, de un litro y un resorte color negro, sin pólvora ni ningún detonante.
Después de que se descartó la existencia de explosivos, las autoridades se retiraron del lugar y los colonos de la zona continuaron con sus actividades cotidianas.
