“Si la ambulancia no hubiera tardado en llegar”, “El doctor no quiso atenderlo”, “Su mamá vino por él”. Estas y otras frases similares, fueron escuchadas el día de ayer a las afueras del Centro de Salud de la Ermita, en donde un menor murió esperando ser atendido medicamente, luego de sufrir una caída de bicicleta, ni los doctores ni los paramédicos de Protección Civil, Cruz Roja o Bomberos, acudieron a tiempo para salvarle la vida.

La tragedia

Eran las tres de la tarde con quince minutos de ayer miércoles y el pequeño Edgar Ortiz N. de 10 años, se encontraba jugando con su bicicleta a las afueras del Centro Comunitario de la Ermita, el cual está situado en la calle Corcira esquina con Delos. De pronto, cayó desde una altura de 1 metro golpeándose fuertemente la cabeza, no sangró, pero el golpe fue interno.

Una prima del niño, quien se encontraba en ese lugar tomando una clase de aplicación de uñas, al ver lo sucedido, salió del aula y se dirigió hasta donde estaba el menor.

Atrás de ella, salieron sus compañeras y todas las personas ahí presentes.

Pronto comenzaron a llamar al Sistema Único de Emergencias 911, era urgente que mandaran una ambulancia, No lo muevan, va para allá la ambulanciaOperador 911.

“No tarden, se está convulsionando”, “Está muy pálido”, reiteraban las reportantes.

Buscan un doctor

El instinto de los presentes y su desesperación, los hizo correr al centro de salud ubicado en la calle de Lacona, en la misma Ermita, fueron a buscar a un doctor para que atendiera al niño, pero la respuesta que recibieron fue El médico NO puede salir de aquíPersonal Centro de Salud

Entonces decidieron regresar al Centro Comunitario, a donde estaba el niño, para esto ya habían pasado 17 minutos, es decir, ya eran 15:32 horas.

No hay ambulancia

No les quedó de otra más que volver a pedir ayuda al 911, entonces les dijeron, No hay ambulancias, trasládenlo en un auto como puedan Operador 911

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Los testigos de este mortal hecho, se quejaron por la ineficiencia, argumentando que a diez minutos caminando, se encuentra la Estación de Bomberos y ningún rescatista acudió para brindarle los auxilios al niño.

Demasiado tarde

Con sus nulos conocimientos en medicina, las señoras se percataron que el niño, ya había fallecido. “Su cara estaba pálida y su boquita seca, pero tenía una sonrisa, un semblante de paz”, comento una testigo.

Llegó una patrulla de policía y el oficial sin dudarlo, tomo al menor en sus brazos, lo subió a la unidad y lo llevó al centro de salud, al llegar al lugar, un doctor de inmediato salió y atendió a Edgar, quien lamentablemente confirmo que el pequeño ya no contaba, con signos vitales.

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No tenía mamá

Al lugar después de varios minutos llegó una tía del niño, pues Edgar no tenía mamá, ella falleció hace unas semanas y su padre, continuamente salía de la ciudad, pues al parecer trabaja en Silao. Al niño siempre lo acompañaba una de sus primas, una menor de quince años.

Después de mucho tiempo, una ambulancia de Bomberos, acudió al Centro De Salud, también los paramédicos revisaron al menor, pero ya no había nada que hacer.

Los vecinos que presenciaron la muerte de Edgar, reprochan que no haya las suficientes ambulancias, que no haya disposición de los demás rescatistas de las dependencias para acudir, aunque sea caminando a atender un reporte y sobre todo, que los médicos no quieran salir de su lugar de trabajo para brindar ayuda a la sociedad cuando se les necesita.

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El pequeño Edgar de 10 años, ya descansa en paz.

“Viva voz”

“El niño cuando murió, tenía una sonrisa en su rostro, una sonrisa como de alivio. no sabemos si su mamá desde otro ente vino por él o fue una víctima de la ineficiencia de nuestros cuerpos de rescate” Vecina y testigo de la muerte del niño.