Abuelita alemana da último adiós a su compañera de asilo

En una caja sencilla fueron velados los restos de “doña Goyita”

El Sol de Puebla

  · jueves 27 de diciembre de 2018

Triste final les espera a muchas personas de la tercera edad que viven solas y abandonadas, sin ningún familiar que las visite, tal es el caso de "Goyita", abuelita que residía desde hace varios años en el asilo "La Divina Providencia" en Izúcar de Matamoros y que murió en Navidad.

En una caja sencilla, de material conglomerado, fueron velados ayer los restos de Gregoria o “doña Goyita” por sus compañeros de hogar, en particular fue acompañada por Elizabeth, una abuelita alemana de aproximadamente 91 años de edad.

“Doña Goyita”, como le decían, nació el 22 de mayo de 1909, sin embargo, la encargada del asilo no tiene más datos sobre ella, solo menciona que algunas personas la dejaron en esta casa hogar sin ninguna explicación, nada más que con la ropa que vestía, desde entonces hasta el pasado 24 de diciembre, comía poco, no hablaba mucho y solo observaba a su alrededor.

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El pasado 25 de diciembre de 2018 se dio la noticia a todos los abuelitos del asilo, que “Goyita” ya había fallecido e iba a ser velada ese mismo día en una pequeña capilla que tiene el lugar, tras su muerte, ninguna persona llegó a pedirla, por lo que la misma casa hogar tuvo que cubrir los gastos del funeral.

Elizabeth, una abuelita alemana de aproximadamente 91 años, quien también vivió una infancia horrible tras enfrentar la segunda guerra mundial en su país de origen, fue una de las compañeras cercanas de la hoy fallecida y casi fue la única en estar las últimas horas cerca de su ataúd, recordando los pocos recuerdos que tenían ambas.

“Todos pasamos por esto, y tarde o temprano tenemos que morir, me siento mal por ‘Goyita’, pero ella sufría mucho, y siento que también voy a terminar así”, puntualizó Elizabeth.

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Cerca de diez abuelitos viven estos estragos de la edad, algunos han perdido las esperanzas de una mejor Navidad o un próspero Año Nuevo, mientras que otros solo esperan el día de su muerte, pues dicen ellos que una nueva vida les espera después de dejar este mundo.