Doce meses después de que una estatua gigante de Donald Trump caracterizado como un pollo se popularizara en China como decoración estrella del Año Nuevo Lunar, una figura similar, pero ahora con el presidente estadounidense caracterizado como un descomunal perro, promete dar mucho que hablar.
La estatua, colocada en la misma entrada de un centro comercial de Taiyuan (norte del país) donde el "pollo Trump" se hizo famoso, mide también unos 10 metros de altura y se ha erigido para dar la bienvenida al Año del Perro de Tierra en el calendario chino, que comenzará el 16 de febrero de 2018.
Como el año pasado, el Trump canino es claramente identificable por el color dorado del pelo y las cejas, el tupé y el dedo índice de una de sus patas señalando hacia arriba, lo que imita uno de los gestos más característicos del mandatario norteamericano en sus intervenciones públicas.
Además, el perro tiene un collar rojo, que se asemeja al color favorito de las corbatas del presidente estadounidense.
El pasado año, el pollo disfrazado como Trump, que daba la bienvenida al Año del Gallo que terminará en febrero, se hizo tan famoso que pronto surgieron imitaciones y versiones más reducidas en todo el país asiático.
Sí la tradición continúa, el presidente Trump podría "convertirse" en un cerdo gigante en 2019 y una rata en 2020, teniendo en cuenta los animales que regirán esos años de acuerdo con el calendario tradicional chino.
Trump, primer presidente estadounidense que logra colarse de forma tan peculiar en la principal celebración de los chinos, es "perro de fuego" en el horóscopo chino, un animal que los orientales consideran asociado a la inteligencia, el duro trabajo y la sinceridad.