El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, hará una visita a la Casa Blanca el 5 de marzo, dijo este viernes a la AFP un alto funcionario del gobierno estadounidense.
La visita se dará en momentos en que Netanyahu es acosado por denuncias de corrupción y luego de un cruce de declaraciones con el gobierno de Washington a raíz de la política israelí sobre las colonias en Cisjordania ocupada.
El pasado lunes funcionarios estadounidenses no lograron esconder su irritación ante declaraciones de Netanyahu de supuestas discusiones con Washington sobre planes de anexión de colonias en Cisjordania.
La Casa Blanca casi inmediatamente desmintió esas conversaciones con Israel, en una muy rara muestra de diferencias públicas entre los dos aliados.
"Reportes de que Estados Unidos ha discutido con Israel un plan de anexión son falsos. Estados Unidos e Israel nunca han discutido semejante propuesta", dijo a la prensa el vocero Josh Raffel.
Así, la visita de Netanyahu podría ayudar a que los dos países afinen su discurso, aunque sería también un respaldo al líder israelí, acosado por la justicia de su país ante denuncias por corrupción, fraude y abuso de confianza.
Este mismo viernes miles de personas salieron a las calles en Tel Aviv para pedir la renuncia de Netanyahu. En la manifestación era posible ver pancartas con referencias al "Ministro del crimen" y "Bye Bye Bibi".
En diciembre pasado Trump anunció la decisión de su gobierno de reconocer a Jerusalén como capital de Israel y mover la embajada estadounidense a esa ciudad desde Tel Aviv.
Ese gesto fue aclamado por Israel pero condenado en el pleno de la ONU.
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