MOSCÚ. El patriarca Kirill, responsable de los cristianos ortodoxos rusos desde 2009, puso a su iglesia al servicio del presidente Vladimir Putin, con el que comparte su ambición de una Rusia conservadora y fuerte, y apoyó la ofensiva de Moscú en Ucrania.
Desde hace muchos años, el dirigente religioso, de 75 años, no duda en bendecir armas y misiles, ni en justificar la represión de la oposición y de medios independientes.
➡️ Mantente informado en nuestro canal de Google Noticias
Él, igual que Putin, también ve a Ucrania y a Bielorrusia como países "hermanos" que debieron permanecer bajo la férula de Moscú, y no como naciones diferentes.
El 27 de febrero, tres días después del inicio de las hostilidades, Kirill había calificado de "fuerzas del mal" a los detractores de las ambiciones rusas en el país vecino. En abril, llamó a los rusos a "estar unidos" para combatir a los "enemigos exteriores e interiores".
El papa Francisco, que se entrevistó con Kirill en marzo, había instado al patriarca "a no usar el lenguaje de la política y sí el de Jesús"
En 2012, líder ortodoxo proclamó que el reinado de Putin es "un milagro de Dios" tras la crisis postsoviética de los años 1990.