La Conferencia del Episcopado Mexicano se pronunció por los 25 años del asesinato del cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo, el 24 de mayo de 1993, en el Aeropuerto Internacional de Guadalajara.
A través de un comunicado, el Episcopado confió en que el crimen "algún día se esclarezca".
"Confiamos que la investigación de su caso, que sigue abierta, algún día se esclarezca, para que podamos seguir construyendo caminos para un México más justo y fraterno".
El órgano que reúne a los más de 100 obispos del país, recordó la trayectoria de Posadas Ocampo, así como su "afan por la justicia y la búsqueda para construir la paz".
El cardenal Juan Jesús, que fue recordado por el Episcopado como un hombre sencillo, disciplinado, generoso y cercano, denunció temas como el narcotráfico y su crecimiento, así como la inseguridad y corrupción.
Nació en Salvatierra, Guanajuato, el 10 de noviembre de 1926. A muy temprana edad, a los 11 años, manifestó su deseo de ingresar al Seminario. Sin embargo, las circunstancias político-sociales del País lo impidieron, hasta que, algunos años después, ingresó al Seminario en Morelia, Michoacán.
Durante su etapa de formación, se distinguió por su agudeza intelectual, su gran capacidad de relación y encuentro, así como al aprecio de las artes, en especial la música y la literatura.
Recibió la Ordenación Sacerdotal el 23 de septiembre de 1950. Comenzó el ejercicio de su ministerio presbiteral como Vicario Parroquial en Pátzcuaro. Posteriormente, se le pidió incorporarse como formador al Seminario de Morelia, donde impartió por muchos años, clases de latín, filosofía y teología.
El 21 de marzo de 1970, el Papa Pablo VI lo nombró Obispo de Tijuana, responsabilidad que llevó con celo durante más de doce años. Para el 28 de diciembre de 1982, el Papa Juan Pablo II lo llamó a ocupar la sede episcopal de Cuernavaca, donde permaneció poco más de cuatro años. El 20 de mayo de 1987 fue nombrado octavo Arzobispo de Guadalajara.
Finalmente fue creado cardenal el 28 de junio de 1991, por su Santidad el Papa San Juan Pablo II.