El líder sindical minero Napoleón Gómez Urrutia afirma que se ha dado el “momento adecuado” para su regreso a México tras reiterar ser víctima de una “persecución política” orquestada por los expresidentes Vicente Fox y Felipe Calderón, así como de empresarios mineros.
En entrevista con El País, el senador de Morena por la vía plurinominal señala que estará en tierras aztecas antes del 29 de agosto para la toma de protesta en el Congreso de la Unión, aunque no dio una fecha precisa.
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“Estoy totalmente seguro y confiado, yo no tengo nada de qué preocuparme, ni de qué avergonzarme. Si acaso lo que he hecho es defender los derechos de los trabajadores”, declara al rotativo español.
Gómez Urrutia, autoexiliado en Canadá desde hace 12 años, vuelve a defenderse de las acusaciones de desviar 55 millones de dólares de los trabajadores mineros a sus cuentas personales.
Aquí nadie ha cometido ningún abuso, por eso los trabajadores me han reelecto seis veces unánimemente. Los trabajadores no son tontos, ni son borregos. Nunca he mentido, nunca he robado, nunca he traicionado a los mineros.
Dice que no ha vivido en el extranjero con excesos y riquezas, y que su sustento económico se basa en las regalías de sus libros y funciones al frente del Sindicato Nacional de Trabajadores Mineros, Metalúrgicos, Siderúrgicos de la República Mexicana.
Por otra parte, acusa a los empresarios Germán Larrea, presidente de Grupo México; Alonso Ancira, al frente de Altos Hornos de México; y Alberto Bailléres, presidente de Grupo Bal de orquestar junto con los ex mandatarios panistas una “persecución política”.
Todos esos seres miserables a quienes no les alcanza la categoría de hombres, pobres en dignidad, en solidaridad y en humanidad y se ven como siempre, lo que han sido, seres vacíos.