La organización civil Mexicanos contra la corrupción y la impunidad informó que la carrera judicial en México está trunca debido a que 51% de los titulares de los órganos jurisdiccionales, es decir, magistrados de circuito y jueces de distrito, tienen al menos a un familiar laborando dentro del Poder Judicial de la Federación.
A través del estudio “El Déficit meritocrático, nepotismo y redes familiares en el Poder Judicial de la Federación”, presentado por Julio Ríos Figueroa, investigador del CIDE, se advierte que 93% de los cargos que tienen los parientes consanguíneos de los jueces y magistrados no cuentan con filtros basados en sus capacidades, por lo que es posible que sus familiares ingresen al Poder Judicial en puestos que cuentan con adecuados procedimientos basados en sus méritos laborales.
“Solamente el 5% de los cargos que tienen los parientes consanguíneos de los titulares tienen exigencia meritocrática alta”, señala el autor del estudio.
Además, el estudio, patrocinado por Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI), fue comentado por Pedro Salazar, director del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, y Ana Laura Magaloni, profesora-investigadora del CIDE, quienes exigieron terminar con el tráfico de influencias en el Poder Judicial de la Federación.
"Esta endogamia familiar, esta red de nepotismo interno, es lo que hace en buena medida que nuestro poder judicial no esté a la altura de los retos que el País necesita", dijo Salazar.
El informe ejemplifica que en solo dos de los cinco puestos en la carrera judicial, juez de distrito y magistrado de distrito, existen pruebas específicas para poder ascender de posición, mientras que los otros tres se obtienen aprobando un examen psicométrico simple, cursos en línea, o por designación directa de un Juez o Magistrado cumpliendo ciertos requisitos mínimos
A su vez, Ríos Figueroa sostiene que entre 1995 y 2016, 87 % de los concursos fueron convocatorias cerradas en las que solo podían inscribirse personas ya dentro del Poder Judicial. Es decir, excluían a profesores, académicos y abogados litigantes.
En el poder judicial, es muy común que individuos que laboran en un Tribunal tienen familiares trabajando en otro Tribunal y, al mismo tiempo, individuos del segundo Tribunal tienen familiares laborando en el primero (21% de las relaciones documentadas son de intercambio), advierte el académico.También se dio a conocer que de los más de 50 distintos puestos de trabajo en el PJF, solo 11 participan en el procesamiento de casos y sentencias, lo que incentiva a la creación de redes familiares que en el 47% cubren plazas sin filtros meritocráticos.
“De los familiares contratados, el 68% son por consanguinidad (49% de ellos son padre/madre a hijo/hija)”. La relación de consanguineidad se da más en Jalisco (77%), Nuevo León (73%), Tlaxcala (70 %), San Luis Potosí (65 %) y Guanajuato (63%).
Mientras que en Nayarit con (3%), Tabasco (16%), Colima (20%), Oaxaca (24%) y Guerrero (31%), en donde menos se presenta esta situación.
Al hacer la comparación con Estados Unidos, solo hay un 8% de familiares en el Departamento de Justicia y en España, sólo el 14% de los miembros del Tribunal de Cuentas tienen familiares en la institución.