La Arquidiócesis Primada de México acusó que la corrupción del sistema político y social es el origen de la pobreza, por lo que llamó a la sociedad para trabajar en conjunto y así acabar con las carencias que millones de personas padecen en nuestro país.
"El fenómeno de la pobreza en el mundo es, desde luego, un problema multifactorial; pero en el caso particular de México, éste hunde sus raíces principalmente en un sistema político y social cimentado en la corrupción, la ambición y la codicia, lo que ha traído como consecuencia un deterioro en el poder adquisitivo, altos niveles de desempleo, bajo desarrollo empresarial y la concentración de la riqueza en pocas manos", dice el editorial del semanario Desde la Fe.
Te puede interesar: Renuncia Héctor Serrano al PRD
Hay que recordar que en México, 53 millones de personas padecen algún tipo de pobreza, esto según datos del Coneval, una cifra que ha sido constante desde hace 25 años, situación que no ha sido omitida por la iglesia católica, la cual viene trabajando para apoyar a este sector de la población, aseguró la Arquidiócesis.
El editorial enumera la serie de acciones que la iglesia católica realiza a lo largo del mundo a favor de los pobres, como bancos de alimento, escuelas, hospitales, asilos, casas hogar, entre otras instituciones de asistencia, pero advierte que esto no es suficiente para erradicarla, por lo que pide a la sociedad en su conjunto hacer un esfuerzo para tener resultados más efectivos ante el flajelo.
Te puede interesar: Abrazos no muros: familias se reencuentran durante 3 minutos en la frontera
"La historia nos recuerda que todo esfuerzo, si se realiza de forma aislada, se convierte sólo en un paliativo ante la magnitud del problema, por lo que las sinergias entre los distintos entes sociales se hacen cada vez más necesarias, así como la capacidad de compasión, el sufrir con el otro a la manera de Cristo, ofreciendo redención por medio de la caridad, la solidaridad y la promoción de la persona para que alcance la plenitud en el desarrollo de su vocación, y así ser partícipes de un mundo más en comunión de amor", concluye el editorial.