Mientras las fuerzas federales de seguridad registraron la captura de al menos 50 objetivos prioritarios del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) en Jalisco, así como de 25 del Cártel de Sinaloa (CDS) en Baja California, en Chiapas sólo ha reportado la captura de un líder criminal desde que se inició la escalada de violencia en esa entidad, en julio de 2021.
En medio de la disputa entre esos grupos criminales por el control del territorio y de las rutas de negocios ilícitos en Chiapas, los informes de seguridad mensuales del gobierno federal señalan que durante 27 meses de violencia en el estado que gobierna Rutilio Escandón Cárdenas las detenciones de objetivos prioritarios (jefes de plaza, cabecillas o generadores de violencia) de esos cárteles son mínimas en comparación con otras entidades con altos índices de violencia por la delincuencia organizada.
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En ese periodo, por ejemplo, en Michoacán se dieron 84 capturas de objetivos prioritarios: 49 del CJNG, 24 de los Caballeros Templarios, siete de La Familia Michoacana, dos de una célula independiente, uno de Los Rojos y uno de Los Michoacanos.
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También en ese lapso, en Tamaulipas se registró la captura de 25 objetivos prioritarios del Cártel del Golfo (CDG) y 10 del CJNG, mientras que en Guanajuato se reportó la detención de 32 del Cártel Jalisco Nueva Generación, 14 del Cártel Santa Rosa de Lima (CSRL), nueve del Cártel Nueva Plaza y uno del Cártel del Pacífico (CDP) —como también se le conoce al Cártel de Sinaloa—.
En el informe de seguridad que comprende del 21 de febrero al 16 de marzo de 2022, el Ejército, la Marina, la Guardia Nacional, el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) y la Fiscalía General de la República (FGR) reportaron la detención, el 13 de marzo de ese año, en Tuxtla Gutiérrez, de Antonio N, alias El 300, Bin Laden y/o Chato, líder del grupo delictivo Gente Nueva”, afín al Cártel de Sinaloa. Nada más.
En los últimos 27 meses el gobierno federal ha dado a conocer la captura de 687 objetivos prioritarios pertenecientes a grupos de la delincuencia organizada, de los cuales 185 pertenecen al CJNG y 104 al CDS.
Las entidades que registran más capturas de miembros del CJNG en ese periodo son Jalisco, con 59; Michoacán, con 49; Guanajuato, con 32; Zacatecas, con 20, y Tamaulipas, con 10, mientras que los estados con más aprehensiones de integrantes del CDS son Baja California, con 25; Chihuahua, con 23; Zacatecas, con 19; Sonora, con 15, y Sinaloa, con ocho.
Otras entidades que registran altos índices de capturas de objetivos prioritarios de grupos criminales son Quintana Roo, con 11 miembros de células delictivas independientes; dos del Cártel de Sinaloa; uno del CJNG y uno del Cártel de Caborca.
También aparece la Ciudad de México, con cuatro miembros del CJNG, cuatro de la Unión Tepito, tres de la célula criminal Nuevo Imperio, tres de células independientes y uno del Cártel del Golfo.
La escalada de violencia en Chiapas se dio tras el asesinato del narcotraficante Gilberto Rivera Beltrán, alias El Gilito o El Junior, el 8 de julio de 2021 en Tuxtla Gutiérrez, quien era hijo del jefe de plaza del CDS en el estado, Gilberto Rivera Amarillas, El Tío Gil, por parte de un comando de sicarios del CJNG.
En los informes de seguridad de la Cuatroté de los últimos 27 meses se registra la captura de otras 14 personas en Chiapas, aunque no corresponden a los llamados objetivos prioritarios.
Las detenciones corresponden a integrantes de células criminales independientes o locales, como es el caso de la aprehensión, por parte de efectivos del Ejército, de nueve hombres en el municipio de Mazapa de Madero, el 9 de febrero de este año, sin detallar célula delictiva. En la detención se les aseguraron seis armas largas, una ametralladora, 50 cargadores, mil 462 cartuchos y cuatro chalecos balísticos.
En Mazapa de Madero, que se encuentra a siete kilómetros de Motozintla y a 43 de Frontera Comalapa, se han registrado cruentos enfrentamientos entre el CDS y el CJNG en los últimos 27 meses. En dicha región operan los brazos armados y sociales de estas organizaciones criminales como el Consejo Indígena, afín al Cártel de Sinaloa, y el Movimiento Agrario Indígena Zapatista (MAIZ), ligado al CJNG.
De acuerdo con el informe de seguridad del gobierno federal de noviembre de 2021, otras tres detenciones se registraron en Chiapas el 24 de agosto y el 11 de octubre de 2021, que corresponden a dos sicarios del grupo criminal Los Herrera y a uno del Cártel de San Juan Chamula (CSJC).
Estos sujetos presuntamente asesinaron al fiscal indígena Gregorio Pérez Gómez el 10 de agosto de ese año en San Cristóbal de las Casas. El fiscal investigaba la violencia en el municipio de Pantelhó.
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Las dos restantes aprehensiones que se dieron en Chiapas, que registran los informes de seguridad del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, ocurrieron el 8 de julio de 2022 en Tapachula, y corresponden a una mujer y un hombre de origen guatemalteco que traficaban droga hacia Estados Unidos.
Pese a que la violencia en Chiapas por parte de grupos del crimen organizado lleva poco más de dos años, durante 2023 recrudeció al grado que comunidades se quedaron sin energía eléctrica, gas, víveres y otros insumos debido a los bloqueos carreteros y al temor a enfrentamientos, sobre todo en la zona fronteriza con Guatemala, país que envió a más de dos mil militares, incluidos de fuerzas especiales, para blindar la frontera e impedir incursiones de los cárteles a su territorio.
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