León, Gto.- Este viernes de Dolores, cientos de familias, negocios y escuelas colocan la imagen de la Virgen de Dolores al centro de un altar rodeado de flores, fruta y papel picado en color blanco y morado con el objetivo de regalar agua o nieve.
Esta tradición data del Siglo XVI que hace alusión a las lágrimas que la Virgen María, madre de Jesucristo derramó por el sufrimiento durante el período de crucifixión de su hijo. Una vez que llegan los devotos a preguntar "¿Ya lloró la Virgen?" reciben un vaso de agua, una paleta de hielo o fruta.
El último día de Cuaresma lleva por nombre Viernes de Dolores debido a que representa la conmemoración de los siete dolores que vivió la Virgen María durante la pasión y muerte de Jesús. Cabe señalar que el día no tiene una fecha establecida.
Los elementos que lleva un altar son los siguientes:
- El altar lleva papel picado de color morado simboliza el luto, también se colocan doce velas o veladoras que recuerdan a los apóstoles que acompañaron a María en su dolor, en cuanto a la fruta colocan naranjas con banderines en papel de colores, que por el calor de las velas producen un “murmullo”, estas son para consolar a la Virgen María.
- Además, se colocan coronitas de espinas, hechas de palma o cucharilla para simbolizar la Gloria de Dios y la glorificación de la Virgen, las pequeñas latas o macetitas con brotes amarillos de trigo y alpiste, que al recibir la luz del altar se tornan verdes, significando la esperanza y la renovación de la vida, lo mismo que los pequeños animales huecos de barro poroso, que en su húmedo interior tienen semillas de chía que, al germinar, adornan el caparazón de las tortugas o la lana de los borregos.
- Finalmente, para representar las lágrimas de la Virgen colocan esferas de vidrio transparente de diferentes tamaños, en pilas de agua pintada de colores.
- En cuanto a los siete pisos del altar, simboliza la pasión de Cristo, el primero de ellos es la profecía de Simeón, quien le dice a la Virgen María que la vida de su amado hijo concluirá con una dolorosa pasión y muerte, la segunda es la huida a Egipto, la tercera: el niño Jesús perdido y encontrado en el templo, la cuarta es el encuentro de Jesús con María camino del Calvario, la quinta: la crucifixión, la sexta es cuando Jesús es entregado en los brazos de María y por último el entierro de Cristo.