León, Gto.- Margarita Moreno y su familia llegaron a la Catedral Metropolitana de Nuestra Madre Santísima de la Luz, para agradecer que la pequeña Ana Paula tenga vida.
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Como agradecimiento, la tía de la niña entró hincada desde la entrada principal hasta al pie del altar con Paula en brazos debido a que la Madre Santísima, intercedió con Dios para regresarle su salud aun de que le no les asegurara que viviera.
“Es mi sobrina y yo se la encomendé a la Madre Santísima de la Luz porque le decían a mi sobrino que ya no veía y que iba a fallecer”, expresó.
“Estuvo un mes entubada en un centro médico de la ciudad, le dio una infección en los pulmones como que todavía no se desarrollaban sus pulmones y decían que era covid porque nació prematura y durante la pandemia”, añadió.
Sin dolor, todo por la Fe
Las rodillas de Margarita estaban en color oscuro por el polvo, su piel estaba quemada y amoratada por el esfuerzo que hizo al entrar de rodillas, incluso se le veía algunas lesiones pues el peso de la bebé y el recorrido fue gigantesco, pero sin duda alguna la fe fue su mayor fuerza para no sentir dolor.
“No siento dolor, siento felicidad de estar frente a mi madre, sabemos que ella no hace los milagros, pero es intercesora con Dios. Yo le pedí la salud de mi sobrina y estoy aquí cumpliendo por eso el recorrido no se me hizo difícil porque fue tan grande el milagro que nos hizo a toda la familia”, indicó.
Así como Margarita, su hermana Juana y su mamá también le piden constantemente milagros a la Madre Santísima de la Luz pues son cofrades de la Madre Santísima y su amor y devoción es incondicional.
“El primer milagro es ver a mi madre a sus 99 años de edad sana, la llevamos con su doctor de cabecera y se sorprende al ver que ella está bien”, comentó.
Por su parte la señora comentó que todos los días ve a la Virgen y todas las mañanas antes que nada agradece a la Virgen de la Luz y le pregunta ¿cómo está?
Por su parte, Juana Moreno, hermana de Margarita tiene en su mente un sin fin de milagros que la Madre Santísima de la Luz le ha concedido con su hijo quien ahora es abogado, el que más recuerda fue un día que estando en el templo quiso quemar la imagen de un demonio que antes había en el santuario religioso.
Luego un par de años cuando era adolescente su mamá lo llevó para recordar sus palabras y así no se fuera por el camino del mal.