León, Gto.- A pesar de que estuvo grave de salud por problemas respiratorios en el mes de noviembre, la señora Zenaida Álvarez Eligio, de 58 años sale a vender sus servilletas bordadas a mano, dice, hay que sacar algo para comer.
La pandemia Covid-19 no la detiene a ella, ni a su esposo Miguel Ángel Patricio, ambos son originarios de un pueblo ubicado en Toluca, Estado de México y llegan a la ciudad por temporadas para poder vender algo de su mercancía.
Sentada en una de las bancas a un costado de la Catedral Metropolitana de León, Zenaida coloca una pequeña reja plegable en la que exhibe servilletas hechas totalmente a mano, con punto de cruz, ganchillo y listón, dice, el oficio lo aprendió desde niña, su madre le enseñó.
⬇️ Dale clic aquí ⬇️
“Vengo hasta acá para ver dónde puedo vender mi mercancía, mis servilletas, pero como ahorita por la pandemia, no nos dejan vender en el Centro, nos corren, nos quitan las cosas, si no te quitas llegan y te arrebatan las cosas, te cobran la multa, sino vamos, pues ya se quedan ahí las cosas” platica la señora, quien usa cubrebocas y sigue tejiendo mientras lo hace.
Zenaida y su marido se van este lunes a alguna otra ciudad donde puedan vender sus cosas, van a Guadalajara, regresarán a León en 15 días, comentó que por la pandemia, la venta, como en muchos negocios ha bajado considerablemente.
“Ahorita con la situación se bajó mucho la venta, mucho, a veces no vendo nada, dos o tres, lo poco saco para mi comida y el hospedaje. No llega sólo, tenemos que salir a buscar a vender algo para tener nuestro gasto” mencionó doña Zenaida.
El marido de Zenaida, era albañil, sin embargo hace algunos años tuvo un accidente que le impide desarrollar su oficio, ahora tiene que vender globos o algunos otros objetos en los cruceros.
⬇️ Dale clic aquí ⬇️
Salir de la neumonía fue todo un reto
Zenaida contó que en el mes de noviembre contrajo neumonía, lo que le impedía salir a trabajar, contraer Covid-19 es un riesgo que toma con tal de ganar algunos pesos.
“Ahora estoy trabajando para pagar, gasté como 13 mil pesos, porque el oxígeno está muy caro, lo ocupe como 20 días, me dio neumonía, me agarró de los pulmones, si no me hubiera puesto eso, a lo mejor no la contaba” externó Zenaida.
“Estuve en la casa encerrada, pero digo, si no salgo ¿Qué voy a comer?, nada, y en mi pueblo no dan muchas cosas, dan maicito, pero imagínese, cada año, tenemos que salir a buscar, tener algo para nuestro gasto” añadió la mujer que cada que se acercaba un cliente, ofrecía sus productos artesanales.
Después de todo, Zenaida dice que le gusta lo que hace, además de andar de ciudad en ciudad es su forma de vida que le ha llevado a conocer nuevos lugares, lo poco o mucho que gane en medio de la pandemia, ya es ganancia para el sustento de su hogar.