Irapuato, Gto. (OEM-Informex).- El recinto que lleva su nombre, el museo, fue el lugar en donde la ciudadanía irapuatense pudo despedirse del máximo artista que tuvo, el considerado último eslabón del muralismo mexicano, Salvador Almaraz.
La familia Almaraz decidió que el maestro Salvador merecía ser despedido por la ciudadanía irapuatense y por ello decidieron llevar su cuerpo a ese lugar en el que recibió su último homenaje en vida en febrero pasado.
Fueron sus hijos quienes montaron la primera guardia de honor y en el fondo el “México lindo y querido” sonó melancólico, se escuchó triste y no era para menos.
Con el mariachi de fondo, Salvador Almaraz López, acompañado de su familia, dejó el recinto que desde este viernes llena con letras de oro e historia su nombre Museo Salvador Almaraz.
La alcaldesa, Lorena Alfaro García, a través de sus redes sociales reconoció y enalteció todo lo que el maestro Almaraz hizo por Irapuato, además de solidarizarse con la familia Almaraz Moreno.
“Despedimos con cariño al Maestro Salvador Almaraz en el museo que lleva su nombre. Agradecemos su vida, sus obras y por dejarnos un #Irapuato más bello, una ciudad que quedará marcada por sus pinceladas y murales, para siempre”.
“Mi abrazo solidario a toda la familia Almaraz Moreno. Gracias por permitirnos compartir este momento con ustedes” posteó a través de sus redes sociales.
Este viernes Irapuato se despidió de su más grande pintor, el hombre que nació dibujando y que su arte lo hizo ser reconocido en México y el mundo, por su trabajo y pasión por la pintura.