León, Gto.- Los constantes robos de baterías y cristalazos que se registran con mayor intensidad contra los autos estacionados en las calles del Centro Histórico de León, hicieron que los vecinos, hartos de la delincuencia, se unieran y colocaran mantas en los árboles para inhibir a los delincuentes.
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"A principios de año que se disparó , muy fuerte, ya venía atrás como que de vez en cuando se robaban las baterias, pero ya a tal punto de que llegaran a los cristalazos no me había pasado, pero ya nos tocaba así de dos, tres veces por semana, entonces de hecho una vez hubo robos de baterías, así cuatro autos seguidos a las 11 de la mañana en un sábado”, dijo.
Las múltiples denuncias ante la Secretaría de Seguridad Pública de León y las llamadas al 911 no han terminado con los robos que realizan al menos dos hombres que acuden en tres coches diferentes, tapados del rostro, según contaron los afectados desde el anonimato por temor a represalias.
De acuerdo a los vecinos, hubo ocasiones como la mañana de un sábado de hace dos meses en que en un solo rato desvalijaron varios vehículos o incluso platicaron cuando a unos extranjeros les robaron todo de su coche mientras comían en el centro de la ciudad.
Tienen los videos donde las pruebas están plasmadas, llegan, vigilan la zona, dan una vuelta a la manzana, se bajan del auto, se pegan al vehículo que van a robar, pegan y quiebran el cristal, saquean la unidad y huyen. Ha habido ocasiones en que hacen lo mismo con cuatro coches sólo en cuestión de minutos.
Esto dio pie a que se dieran cuenta del modus operandi, tienen identificados a dos hombres altos que traen la cara toda con cubrebocas y gorra y cuentan con el número de placas de los vehículos, aunque aseguran que tienen hasta tres coches.
“El modus operandi de los cristalazos es que llegan en auto, tenemos las placas, tenemos el modelo, siempre se lo damos a la Policía porque hay cámaras aquí en la calle, entonces ya los tenemos identificados, de hecho primero hacen su recorrido caminando, llegan en coche, se estacionan, se bajan, recorren toda la calle, hacen su chequeo, se dan una vuelta a la cuadra, regresan y ya cuando empiezan a ver que no hay nadie es cuando llegan porque hay veces que nada más se recargan y dan el cristalazo, pero lo hacen tan rápido que ni las alarmas suenan”, dijo.
Los habitantes de la zona aseguraron que las patrullas sólo pasan por la calle Madero o los fines de semana, pero el resto del tiempo no cuentan con seguridad, ante la situación se organizaron y mediante un grupo de WhatsApp se avisan cada que hay una situación sospechosa, pues en una ocasión una vecina vio un robo y le golpearon la puerta de su casa.
Los vecinos han decidido no exponerse más, pero temen que la situación se salga de control y de los autos pasen al robo de casas, por lo sé están organizando para hablar de manera directa con las autoridades municipales, pues además de ellos las principales víctimas de robo también son los turistas a quienes les roban el equipaje.