A pesar de las señalética e historia de muerte que guarda los cruces de los bulevares Exposiciones y Calcopirita, a un año de la tragedia las vialidades siguen siendo un peligro para el conductor combinado con el exceso de velocidad a la que son tomadas en carro, moto o camión.
Pero no solo es esa situación, el paso del tiempo y tráfico vehicular de todo tipo, ha ido adaptando y mal formando un retorno clandestino al interior del camellón de los cruces de la “muerte”, Calcopirita con Exposiciones y del cual la autoridad ha tenido conocimiento pero no ha hecho nada al respecto.
Pues los sábados por la noche, son frecuentes los paraderos y operativos del alcoholímetro, dispuestos por elementos de Tránsito de la ciudad en ese crucero fuera de norma, que beneficia a los automovilistas tanto que bajan por Calcopirita o Exposiciones y viceversa.
Y es que si hasta el momento este pseudo cruce, no ha provocado accidentes significativos por su peligrosa ubicación y nula señalización, tal vez esperan como dice el refrán, se ahogue el niño para tapar el pozo y así evitar tragedias futuras.
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Y es que las medidas para reducir accidentes en esa zona y crucero días después del “camionazo” fueron tomadas, pero sólo del lado donde ocurrió, colocando reductores de velocidad y dos topes para frenar el paso de los vehículos.
Y por un conteo informal hecho por trabajadores de un banco de arena en los citados cruces y que llegaron dos semanas después del terrible accidente de la ruta 84, hasta la fecha más de 50 motociclistas han tenido algún tipo de accidente.
“Ya van más de 50 personas, que se caen en motocicleta, pero es porque no respetan los topes y vienen súper rápido, se han caído feo y hasta la ambulancia ha venido por varios”, indicó Juan trabajador del banco de arena.