La felicidad abriga a cualquiera, las oportunidades a quien lo desea. Entre el cielo y la tierra, solo existe una barrera; con tan solo cuatro puertas, dos de ellas solo disimulan un marco que ni siquiera es de madera. En la entrada principal se asoma una joven, que al parecer es pequeña, sonríe y saluda con seriedad, pero le abre la oportunidad de mejorar su hogar.
Entre el año 2000 y 2001 comenzó el fenómeno de la migración de las familias de escasos recursos, a los nuevos asentamientos de terrenos irregulares, entre ellos se encuentra San Juan de Abajo, tierras que eran de ejidatarios. Destacaban porque los primeros terrenos que se lograban vender se encontraban entre las milpas y sin ninguna pared.
Hoy en San Juan de Abajo viven 4 mil 500 habitantes en una proporción casi similar entre hombres y mujeres. Es casi la población que tienen municipios como Atarjea o Santa Catarina. Aquí inició uno de los programas para el mejoramiento de vivienda que tiene que ver con los techos dignos.
LA HISTORIA DE ESTELA ELÍAS
Cuenta la historia, de la señora Estela Elías, que lo único que se veía eran los cables de alta tensión. La primera vez que visitó este ejido, fue para comprar un terreno, cerca del “comunitario”, en un principio no vio un área de oportunidad, ni siquiera era un lugar que le pudiera gustar.
“¿Qué vamos hacer nosotros acá? Bien lejos, bien solo. Y luego me dice mi esposo: ¡Nombre al rato se compone! Y el señor que según que me vendió el terreno me dijo: aquí se va a componer, ¡ya verá!”, dijo la señora Elías.
Aunque la realidad es otra. Los servicios cada vez los ven más cerca, al menos ahora ya cuentan con energía eléctrica. Estela contó que después del acercamiento que tuvo con ese vendedor. Logró ponerse en contacto con otra persona, quien le venía un terreno en una de las calles principales. Al saber que podía hacer la compra del terreno con dos pagos, se animó a comprarlo.
El dinero con el que contaba, estaba destinado para la fiesta de su hija de tres años. Ahorro que aprovechó y le sirvió para pagarlo. Aunque estaba contenta por ya contaba con una casa, ahora hacía falta solo cimentarla.
Su esposo, quien es albañil, un día decidió levantar castillos, poner hilos, nivelar y colocar ladrillos, poco a poco fueron formando algunos pasillos, un cuarto, la cocina y un pequeño patío. Sin embargo, la imaginación, los sueños y el dinero no les alcanzaron. Les hizo falta techar una parte de su morada.
Hace unos meses se inscribió a un programa, para brindarle un techo y que ya no se mojara, porque se presentaban muy frecuentes las inundaciones en su casa. Ahora, Esthela solo espera que en unas semanas el gobierno intervenga su casa.
TECHO FIRME CONTEMPLA 415 APOYOS
El programa en el que participa la señora Estela se trata de un techo firme, el cual contempla 415 apoyos de familias de muy bajos recursos, en 87 colonias. Tan solo en la zona de San Juan de Abajo se dio un apoyo de 48 viviendas.
Algunas de las particularidades que deben de tener las casas, es que al menos deben tener una infraestructura sólida para ser brindar el apoyo.
Para acceder a una ayuda de estas, el ciudadano tiene que acudir con el presidente de colonos, y no haber recibido un apoyo anteriormente.
EL DESARROLLO ES EL OBJETIVO
Patricia Vergara ha visto cómo ha cambiado San Juan de Abajo. Hace no más de cuatro años el acceso era intransitable. La simple idea de formar parte de un polígono irregular los hacía pensar que el desarrollo no sería parte de su vida.
Poco a poco, a través de un Diagnóstico Social, se llevaron las primeras acciones. Según la dirección de Desarrollo Social del municipio de León, el año pasado se intervino la zona con programas como Pinta Tu Entorno, Calentadores Solares y Techo Digno. Así han logrado caminar a otro futuro.
“Aquí vivíamos entre lodo, sapos y culebras, ya está cambiando la zona y lo que tenemos es una mejor manera de vivir. Ya tenemos pavimento a la entrada y las casas ya se ven mejorcito. Ahora nosotros también tenemos que meterle a cuidarnos entre nosotros y cuidar el lugar donde vivimos” dice Patricia.
Y así, San Juan de Abajo que era una comunidad que estaba incomunicada por las vías del tren, hoy se acercan cada vez más a la ciudad porque “lo que nos interesa es la unidad, crecer juntos y llegar juntos a un León cada vez mejor”, advirtió el alcalde Héctor López Santillana durante su visita a esta localidad.
Además, durante el 2018 se intervino una acción en láminas y una de Pinta tu Entorno, y en el 2019, 133 acciones de Calentador Solar y 48 de Techo Digno.