A consecuencia de la pandemia ocasionada por Covid-19, desde marzo del 2020, muchos trabajadores padecen de depresión, ansiedad y estrés que pueden manifestar en ausentismo, ataques de pánico, baja productividad y la poca concentración, entre otras cosas, informó Brenda Lucía Rivera Luna, vicepresidenta de Salud y Bienestar del Consejo Nacional de la Industria del Conocimiento, A.C. (Cnemco).
Las altas direcciones y las gerencias deben estar al pendiente no sólo del entorno externo, sino resolver los problemas al interior de las empresas con la salud mental de sus colaboradores, porque esto también les afecta a ellos.
Es un tema actual que se presenta en las empresas de todos los sectores y cualquier tamaño, porque la gente está cansada del encierro, de las restricciones y todo lo que se ha generado en torno a ella.
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La psicóloga certificada en psicología laboral y organizacional, explicó que en la segunda ola que hubo en enero y febrero de 2021, hubo un aumento en temas de depresión y ansiedad “he atendido a trabajadores que tienen ataques de pánico, es un efecto de la contingencia y además, los duelos dentro de las empresas se han incrementado, lo que repercute en el ánimo general del clima laboral”.
Dijo que la contingencia movió las dinámicas de todas las empresas, tuvieron que encontrar nuevas formas de trabajar ejercer el liderazgo, “esto las cimbró porque tuvieron que entrarle al tema de la tecnología, y antes si eras un buen colaborador era porque estabas ocho horas en tu oficina, buscaron otras maneras que aunque estuvieran haciendo home office se lograran los objetivos”.
Explicó nadie estaba preparado para una pandemia y en el caso del personal de Recursos por lo general no están capacitados y no saben cómo abordar temas de salud mental, porque pueden considerar que alguien es mal colaborador porque no está concentrado, no quiere trabajar, y se puede atribuir a una mala actitud, “porque una depresión no se representa como alguien que sólo está tirado en la cama sino con una baja productividad, desánimo, no encontrar un sentido, una ansiedad constante”.
El reto es abordar nuevas formas de cultura organizacional y los problemas de salud mental “en situaciones de estrés las personas pueden reaccionar de forma diversa, a quien al agotamiento emocional y a quien llega a la explosión (…), lo que afecta las relaciones dentro del trabajo”, reconoció.
Agotamiento emocional y miedo
La contingencia también ha provocado desempleo y entonces, los trabajadores tienen miedo a ser despedidos, lo que implica estar a la defensiva para conservar su puesto, lo que puede generar conflicto entre las personas.
Rivera luna, quien está certificada en coaching ejecutivo y alineación de equipos, compartió que se puede potenciar el síndrome de burnout o estrés crónico, “es cuando estás sometido a ese estrés por mucho tiempo, hay un agotamiento emocional, se empieza a tratar a las personas como objetos, y se empieza a perder el gusto a la profesión”.
Hay empresas que se han sensibilizado ante este tema y le apuestan a la salud mental, lo que provoca mayor adherencia, sentido de pertenencia y lealtad del trabajador.
El área de recursos humanos debe estar formada en temas de salud mental para identificar cuando el colaborador pase por una situación así y canalizarlo con el experto como un psicólogo o un psiquiatra, “no es que ese colaborador no quiera trabajar, es que muchas veces no puede, ya no tiene los recursos psicológicos para hacerlo”.
Por ese motivo, se debe comunicar a los trabajadores cuáles son las problemáticas que se están presentando en general, qué se puede hacer al respecto, y se deben tratar temas de manejo de emociones, manejo de estrés y violencia laboral.