Guanajuato está enfrentando otro huachicoleo, uno del que poco se habla, pero que también existe: se trata del robo de gas LP, una práctica delictiva que en estados como Puebla, Tlaxcala, Estado de México y Veracruz se da con más frecuencia, pero que a la par ha traído consigo riesgos, como explosiones e incluso el fallecimiento de personas dedicadas a esta práctica.
De acuerdo con datos conseguidos por el observatorio ciudadano Instituto para la Gestión, Administración y Vinculación Municipal, a través de solicitudes de acceso a la información realizadas a Petróleos Mexicanos, durante el primer semestre de 2022 en Guanajuato fueron detectadas cinco tomas clandestinas para realizar el robo de gas LP, cuando en el mismo periodo de 2021 no se había detectado ningún caso.
Sin embargo, Guanajuato cerró 2021 con 12 tomas clandestinas, todas ellas detectadas en la segunda mitad del año.
Desde enero de 2018 a junio de 2022, en Guanajuato han sido detectadas 37 tomas clandestinas de gas LP, lo cual ha posicionado al estado en séptimo lugar a nivel nacional en cuanto a este otro huachicoleo.
Apaseo el Alto se ha convertido en el municipio donde se ha concentrado el robo de gas LP a través de ordeñas ilegales de los ductos, pues 87% de los casos han sido en ese lugar.
De acuerdo con Pemex, durante 2018 en el estado fueron detectadas nueve tomas clandestinas, seis de ellas en Apaseo el Alto; para 2019 fueron 10 tomas clandestinas y siete fueron en Apaseo el Alto y tres en Apaseo el Grande.
Para 2020, año en que inició la contingencia sanitaria por la Covid-19, sólo se detectó una toma clandestina en el estado y fue en Apaseo el Alto, mientras que para 2021 hubo 12 tomas, también la mayoría en Apaseo el Alto.
No obstante, ahora se sumó otro municipio, Pénjamo, pues en el primer semestre del año iban cinco tomas, cuatro en Apaseo el Alto y una más en Pénjamo.
Riesgos de robar gas
En las dos últimas semanas han ocurrido dos explosiones en ductos de gas LP, a causa de la ordeña ilegal de ductos y una ocurrió en el municipio de San Juan del Río, Querétaro, y una más en Amozoc, Puebla.
El 23 de septiembre de 2020, una explosión en un ducto de gas LP que pasa por el municipio de Amoxc dejó como saldo cinco personas sin vida y que eran las que estaban tratando de perforar el ducto que por ahí pasaba y que anteriormente ya habían ordeñado.
A nivel nacional, Puebla acumula 338 tomas clandestinas de gas LP durante el primer semestre de 2022, Estado de México acumuló 283, Veracruz 233, Hidalgo 154, Tlaxcala 102, Querétaro 18 y Guanajuato cinco.
➡ Suscríbete a nuestra edición digital
Esto significó que en Guanajuato, durante el primer semestre del año, fue detectada una toma clandestina en ductos de gas LP cada mes con seis días en promedio.
Apenas en marzo pasado, Carlos Serrano, presidente de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Gas LP (Amexgas), dijo que a partir de 2019, cuando fue implementada la estrategia nacional para reducir el robo de gasolinas, llevó a los grupos dedicados a este ilícito a “migrar” al mercado del gas.
Carlos Serrano explicó que de acuerdo con datos recabados por la Amexgas, entre 60 y 65 mil toneladas de gas se distribuyen de forma ilegal en el país cada mes, la mayor parte de éstas, unas 44 mil toneladas, se localizan en la zona metropolitana del Valle de México.
Esto representa un costo para Pemex y el mercado formal de mil 400 millones de pesos mensuales y que al año son más de 17 mil millones de pesos por robo de gas a través de ductos.