Damián y Salvador son dos hermanos originarios de la comunidad El Jagüey, de Romita, y quienes nacieron con parálisis cerebral; para su rehabilitación, sus padres tenían que pagar hasta dos mil 400 pesos por terapia diaria para ambos y a punto estuvieron de no continuar, por la falta de recursos; sin embargo, ahora ya son parte de los más de seis 265 niños que han sido atendidos en el Centro de Rehabilitación Infantil (CRIT) de Guanajuato, que cumplió 16 años de operar.
Juan Francisco Rocha Ruenes, director del CRIT de Guanajuato, dijo que no ha sido fácil, sobre todo porque los recursos nunca son suficientes en materia de salud y más ahora que hubo recortes presupuestales y cambio de esquema para los que eran beneficiarios del extinto Seguro Popular; sin embargo, pese a ello, han podido continuar con las rehabilitaciones y niños que ayer iban a sus terapias hoy son profesionistas o padres de familia que pudieron seguir con su vida gracias a estas rehabilitaciones.
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Hemos puesto de pie a todo México, a niños y niñas que pudieron estar postrados en sus camas por el resto de sus vidas y hoy son seres humanos plenos que pueden salir, hacer su vida, vivirla en plenitud.
Juan Francisco Rocha Ruenes
Damián y Salvador, de 6 y 16 años, respectivamente, fueron dos de los 93 egresados de sus rehabilitaciones que recibieron por casi cuatro años, para ahora dar paso a otros pequeños para que reciban su atención.
Diana Hernández, madre de Damián y de Salvador, dijo que de no haber sido por el CRIT no habrían podido continuar con sus rehabilitaciones, puesto que a la semana tenía que gastar hasta siete mil 200 pesos para sus terapias.
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Cada quien habla como le va en la feria, dicen por ahí, pero yo invito a que se den una vuelta, que vengan, que conozcan, que vivan en persona la atención que reciben los niños y su perspectiva cambiará.
Juan Francisco Rocha Ruenes comentó que buscarán seguir percibiendo los cuatro millones de pesos anuales que recibían del Seguro Médico Siglo XXI, ahora adherido al Instituto de Salud para el Bienestar tras la desaparición del Seguro Popular, para seguir atendiendo a más niños y niñas de todo el estado.