IRAPUATO, Gto. (OEM-Informex).- Durante 2021, en Guanajuato fue reportada la desaparición de 223 niñas, niños y adolescentes, es decir, que aproximadamente cada día y medio se activaba una alerta de búsqueda de personas de este sector de la población.
Tania Ramírez, directora ejecutiva de la Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim), presentó los resultados de su estudio denominado Niñez desaparecida, en el que se da cuenta de que durante todo 2021, al día, 14 niñas, niños o un adolescentes desaparecían en el país.
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Para el caso de Guanajuato, la Redim identificó que desde 1964, cuando se tienen los registros de personas desaparecidas por parte del Gobierno Federal, hasta febrero de 2022, han desaparecido seis mil 413 niñas, niños y adolescentes.
Sin embargo, tan sólo en 2021, fueron reportadas 223 desapariciones de niñas, niños y adolescentes en el estado, de los cuales 115 eran mujeres, 98 hombres y 10 más aún sin definir claramente el sexo de la persona desaparecida.
Tania Ramírez explicó que para el caso de Guanajuato, aunque si bien no se localiza dentro del top 5 de los estados con más niñas y niños desaparecidos, en el estado se tiene un registro que de la mayoría de las niñas, niños y adolescentes que son reportados son localizados, pero se tiene una tasa de que tres de cada mil niños son encontrados sin vida.
Por ello, la directora ejecutiva de Redim dijo que son importantes y clave las cuatro recomendaciones que el Comité de Desapariciones Forzadas de la ONU hizo al Estado mexicano, entre las que están “la urgencia de que las autoridades puedan establecer mecanismos ágiles, eficaces y transparente para que el registro de personas desaparecidas pueda tener información no duplicada y sin errores”.
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En segundo término, la también urgencia de llevar a cabo una amplia campaña nacional de sensibilización que contrarreste la victimización de las personas que padecen esa situación.
En tercer plano se encuentra la necesidad de atender con un enfoque diferencial el tema de las desapariciones en la niñez y por último, la importancia de que las niñas y niños tengan registros de huellas, para que su localización sea más fácil de llevar a cabo.