Recibe doble bendición como adelanto del Día del Padre

Este año, el doctor Olivier Serna se convirtió nuevamente en papá, pero esta vez de dos pequeños gemelos que llegaron a renovar su familia

Mayra Córdova | El Sol de León

  · domingo 19 de junio de 2022

Foto: Cortesía | Familia Serna Ramírez

León, Guanajuato.- El doctor Olivier Serna Hernández recibió por adelantado uno de los mejores regalos del Día del Padre, pues este año sus pequeños José María y Juan Fernando, vinieron a renovar su familia.

Luego de que su esposa Verónica Ramírez, presentara algunos malestares, fue en una revisión ginecológica donde a través de un ultrasonido, recibieron la noticia de que se convertirían en papás por tercera ocasión, pero esta vez de unos gemelos.

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La labor de ser papá

Convertirse en papá de cuatro hijos es una labor que para él significa ser un elegido para recibir un obsequio de personas a las que va a formar con la base del amor y del respeto, inculcándoles buenos valores y buenas costumbres para que en el futuro tengan esas herramientas que en un futuro a ellos también les permitan formar familias luminosas y alegres.

El doctor recordó que cuando se enteró que sería papá por primera vez, no cabía de la emoción y alegría de recibir a Estefanía y lo mismo pasó cuatro años después cuando Olivier llegó a la familia.

“Esta tercera ocasión con estos bebés, después de tanto tiempo, fue muy emotivo. Mi esposa empieza a sentirse media rara y le toca cita con ginecólogo, fuimos y en el ultrasonido se ve y se escucha que no solo era uno y fue llanto de alegría de verlos en la pantalla”, contó.

No hay edad para ser papá

Actualmente su hija mayor ya es mayor de edad y estudia Medicina; el segundo, es un adolescente que estudia la preparatoria, pero eso no fue impedimento para recibir a otras dos bendiciones en su hogar, pues para él y su familia los tiempos de Dios son perfectos.

“Te los manda cuando es necesario y sabe que lo puedes hacer, es un regalo que te da, pero quizá ya en una edad adulta está más estable en los social, laboral, familiar y tienes definidas muchas cosas o quizá llegan en este momento para que los disfrutemos más y no tener esas presiones que tenías de joven. Ellos llegan a la familia para renovarla”.

Diferente experiencia con gemelos

Olivier cuenta que esta vez, la experiencia ha sido diferente a las anteriores, pues ya se tiene más participación de la familia, ya que sus hijos mayores son un apoyo que contribuyen en alegría, cuidados, teniendo en claro que no se delegan responsabilidades como papás, pero que suman como hermanos para trabajar en equipo.

“Uno está preocupado por le futuro porque vemos cosas que van cambiando y quizás para mal, uno quisiera un mundo tranquilo, de amistad, de compañerismo, y de repente vas viendo que salimos de una pandemia y entramos a una guerra en el mundo y sí te preguntas que mundo vas a dejar a tus hijos, pero hay que buscar dejar mejores personas al mundo, la formación tiene que ser más precisa y marcada en el respeto y amor, en el perdón”, compartió.

Hereda vocación

Estefanía se ha convertido en la tercera generación de la familia que ha heredado la vocación por la medicina, la cual comenzó con su abuelo Cornelio Serna y luego con su papá, quien se siente orgulloso de que haya también elegido ese camino.

“Me siento feliz, incluso platicamos más en términos médicos y hacemos bromas coloquiales sobre la medicina. Ella esté plena y convencida de su vocación y me llena de ilusión que en unos años se gradúa y tiene que seguir estudiando y preparándose”.

Admiración por su papá

De su papá admira su gran cariño y tenacidad, pues lo que se proponía lo lograba y es que desde niño soñó con ser médico.

“Profesionalmente muchas metas alcanzadas y tenía una frase que era lema de su vida ‘Excélsior, Excélsior, exactitud y confianza’. Tenemos que prepararnos, trabajar y seguir luchando para que con esa exactitud se siga notando lo que mi papá me fue transmitiendo y eso se lo quiero transmitir a mis hijos”.

El mensaje

“Recordarles a los papás que tenemos que ser valientes, ser optimistas de que todo va a cambiar, tener fe y esperanza, no podemos ser tibios ni temerosos porque lo transmitimos a nuestros hijos y hay que transmitir buenos valores para cambiar su entorno”.