En Guanajuato se estima que diario se consumen 12 millones 350 mil piezas de bolillo y 8 millones 175 mil piezas de pan dulce, lo que representa que un habitante del estado consume al año 35.3 kilos de pan y bolillo, de acuerdo con el presidente de la Cámara Nacional de la Industria Panificadora delegación Guanajuato, Óscar Arias Márquez.
En el estado los mayores productores de pan son León, Acámbaro, Irapuato y Celaya.
En León se producen diario 3.5 millones de bolillos diarios y 2 millones de piezas de pan dulce; en Acámbaro 400 piezas de pan especialmente “acambaritas” (que venden en Querétaro y Ciudad de México) y 200 mil bolillos; en Irapuato 800 mil bolillos y 700 mil piezas de pan dulce; en Celaya 500 mil bolillos y 250 mil piezas de pan.
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“Irapuato tiene una peculiaridad y es que son bien paneros, les gusta mucho el pan dulce. Allá tienen un bolillo más grande que el de León”, explicó el entrevistado.
Comer pan es una tradición, pues en una familia de 6 personas se pueden consumir hasta 4 panes por cada uno. Se estima que en el estado se consumen 35.3 kilos anuales per cápita de pan.
“El pan tiene muchos valores nutricionales pues forma parte de la dieta milenaria hay una variedad en casi 500 panes de sabores, texturas (...) Es muy saludable contiene carbohidratos, proteínas y vitaminas”, enfatizó.
Con la pandemia, continúo el entrevistado y debido a que la gente estaba en casa, el pan era el alimento con el que se consentía a la familia.
Generan más de 240 mil empleos
Arias Márquez informó que en Guanajuato la industria panificadora genera 75 mil empleos directos y 170 mil indirectos, informó el motivo por el que hizo la invitación a la población a consumir en las panaderías tradicionales para la reactivación económica.
En el estado hay 7 mil panaderías registradas, aunque hay otras que no lo están porque mucha gente las instala en sus casas.
Debido a la pandemia por Covid.19, descansaron personal, pero se han adaptado porque el consumo de pan forma parte de la canasta básica.
La industria se diversifica y ahora los clientes pueden encontrar pan sin gluten, con stevia, integral, entre otros, lo que ha representado otros mercados.
Invitó consumir el producto sobre todo de las panaderías tradicionales para reactivar la economía y mantener en pie esos negocios.
Buscan equilibrar precios
Reconoció que desde hace año las grandes tiendas como Soriana, Walmart, que han utilizado como “gancho” sobre todo para atraer a los clientes es el bolillo a menor costo, pero ellos siguen buscando el mercado tradicional, las personas que les gusta el pan de calidad y artesanal.
Por otro lado dijo que con los incrementos en los insumos ahora pueden competir porque esas grandes tiendas ya no tienen tan barato el pan dulce.
Los costos en los insumos dependen de las marcas, la zona geográfica y calidad del producto, por ejemplo un bulto de harina de trigo de 44 kilogramos está en 470 pesos; las grasas vegetales y las mantequillas en 120 a 160 pesos el kilo; y la margarina se encuentra desde 35 hasta 50 pesos.
El presidente de la Cámara Nacional de la Industria Panificadora delegación Guanajuato reconoció que el negocio del pan debe ser sano, pero se debe ver la manera de no subir los precios a niveles que no están en el mercado porque de lo contrario no se vende. En promedio el pan dulce se vende en 5 pesos y el bolillo en 3.50 pesos.
Por cuestión de salud y con el tema de la obesidad, bajaron la porción del pan que por lo general era de 90 gramos a 75 gramos.
El sector espera una reactivación durante el regreso de los niños a la escuela, que podría ser para el segundo semestre del año, esperan mayores ventas para el Día de Muertos y en la rosca de Reyes.