León, Gto.- Tras una serie de entrenamientos espaciales y luego de haber enfrentado diversos retos profesionales, personales y sociales, Katya Echazarreta agarró sus maletas, guardó sus sueños que conservó desde niña y se convirtió en la primera mujer mexicana en viajar al espacio.
La tarde de este lunes la tapatía brindó una conferencia en la “Premiación Mujeres que Inspiran, Mujeres Grandeza” en León ante miles de mujeres donde recordó que desde niña anhelaba conquistar los aviones.
Luego de vivir una infancia donde tenía que ocultar sus gustos, incluso crear pactos con su hermano, amante del arte para no disfrutar a sus padres, fue a los 17 años cuando enfrentó al mundo y dijo “voy a estudiar ingeniería electrónica”.
“A los 17 cuando tomó la decisión de que quiero estudiar ingeniería electrónica no es un momento feliz para mí porque todas las personas a mi alrededor me dicen que no lo entienden porque estoy diciendo esas cosas, porque estoy tomando esas desviaciones 'yo no lo veo en ti, ¿tú, ingeniera, por qué? Si no te gusta' cuando yo llevo toda la vida estudiando, preparándome, robándole los componentes de electrónica a mi hermano”, dijo.
Sabía que el reto no era fácil por lo que emprendió un ardua preparación para ser aceptada en una escuela de Estados Unidos donde no sólo logró ese paso, sino que se ganó dos becas.
Sin embargo, en las aulas de clases se encontró con más de 200 hombres que no se querían juntar con ella por ser mujer, aunque lo que ellos no sabían es que se trataba del mejor promedio junto con otra latina y que seis meses antes de terminar la carrera conseguiría su primer trabajo en la NASA.
“A esa edad yo entendía que para poder lograr ese sueño no podía ser completamente honesta con la sociedad, esta era mi meta principal, yo quería llegar a la NASA, yo quería trabajar con naves espaciales, yo quería construir tecnología que nos iba a llevar a otros planetas, a otras lunas, a aprender más, estaba completamente obsesionada”, agregó.
Fue en el 2022, tres años después de presentar su primera prueba, cuando logró volar al espacio tras ganarle a más de 7 mil personas de más de 120 países pese a que le decían “estás muy chiquita, eres demasiado vulnerable”.
“Cuando ves el planeta te das cuenta de algo muy importante, en ese momento yo le daría mis ojos a alguien más porque te cambia (el mundo)”, añadió.