León, Gto.- El gremio zapatero busca apoyo de Libia Dennise García Muñoz Ledo , gobernadora electa, para que haya mano de obra especializada y no cierren más fábricas de zapatos en la ciudad.
En esta ocasión, Organización Editorial Mexicano llegó al “Changarro de Villegas” a platicar con Martín Villegas Terrones, quien se dedica a la manufactura de calzado fino, quien explicó que el 80% de su producto final se exporta a Texas, California y Chicago y el 20% se queda en el mercado nacional.
“Mi bota tiene un uso especial, porque no es una bota convencional, hablamos de altura de tacón, tipos de espuelas, tamaño de tubo, lo que consume el mercado de Texas, son casi que se dedica al rodeo, que son de remonta, entrenadores, jinetes profesionales y necesitan un calzado con estructura diferente”, mencionó.
Indicó que el mercado de Estados Unidos es su fuerte, debido a que en México la situación la califica como “dura ante el ingreso del calzado chino y económico”, ya que empresas leonesas de tradición han cerrado sus puertas y se debe precisamente a la competencia que siente que es desleal.
Por ello, dijo que espera que Libia García hable con las Cámaras de Calzado “porque el gobierno debe apoyar el producto leones; si el gobierno nos apoya, los retos serán menores para los próximos años; ahora con la entrada de nuevas empresas a Puerto Interior, el calzado se va quedando atrás y provoca una crisis en mano de obra especializada”, aseguró.
Al respecto, aseguró que si la persona quiere entrar a la industria del calzado, se le tiene que enseñar, por ello se debe crear escuelas técnicas para incentivar a las empresas y se les vea como parte de enseñanza ya que con la Ley de Trabajo que impide que los jóvenes menores de 18 trabajen ha generado que su última opción enfocada al calzado.
Los mejores zapateros eran "Zorritas"
Martín Villegas recordó que su infancia fue “zorrita”, término con el que se le conoce a los niños que entran en contacto con las actividades más básicas en la elaboración del zapato, lo que le permitió abrir su “Changarro” y por ello los dueños de las fábricas o piquitas de calzado sus dueños son quienes comenzaron a trabajar a temprana edad.
“Cuando empecé a trabajar había acceso a los menores a las fábricas, como los llamados ‘zorritas’. Yo tenía ocho años cuando comencé a depender de este oficio directamente en el área de administración, porque era zorrita de confianza y hacía trámites, ya iba al Centro a dejar cartas, hacer pagos, ir al Seguro y a los 17 años comencé a trabajar en el calzado, pero no haciéndolo, sino visualizando cómo se hacía, porque era supervisor y luego incursioné en la parte de desarrollo y aprendí a hacer moldes y diseñar”, dijo.
En 1993 fue que puso tu taller llamado “El Changarro de Villegas”, actualmente por semana elabora aproximada 80 pares de calzado con una plantilla de 16 trabajadores, pero al ser un calzado especializado, se rodea de gente especializada y es ahí donde se da cuenta que los jóvenes ya no tienen el amor ni la paciencia por este sector.
Aseguró que a los americanos les gusta la piel de res y sus botas están hechas 100% con proveeduría mexicana; ya cuando le piden bota exótica, es regularmente de avestruz, caimanes, elefante pero trabaja con pieles con permiso.
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Finalmente, explicó que este negocio que le ha dado para forjarse un futuro depende de mano de obra especializada y por ello regularmente contrata a personas con experiencia y adultos mayores porque tienen conocimiento, conocen del tema y realizan un excelente trabajo ya que las nuevas generaciones no valoran este trabajo que es lo más antiguos de la humanidad.