León, Gto.- Alfonso Cortés Contreras reiteró el llamado a los responsables de parroquias y templos de la arquidiócesis de León a respetar las medidas sanitarias durante la Semana Santa y emitió un mensaje a las familias que están “rotas del alma” a causa del Covid-19, a quienes les dijo que la pasión, muerte y resurrección de Cristo es “el anticipo para encontrarnos con nuestros seres queridos para abrazarnos en la vida eterna”.
En un video difundido por la arquidiócesis, el jefe de la Iglesia Católica de León invitó a los fieles a cuidar la salud porque reconoció que “en nuestro estado de Guanajuato estamos en una situación no límite, pero sí delicada y las autoridades sanitarias nos piden con toda razón, seguir cuidando nuestra salud y cuidar la de los demás”.
A los párrocos les pidió “por favor, observen las normas que nos ha dado nuestra autoridad sanitaria en el estado; vamos obedeciendo estas normas para el bien de todos”, expresó el prelado.
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Convocó a que durante la Semana Santa “estemos en silencio, en oración, de una discreta forma de vivir y comportarse, meditemos y acompañemos en este camino a Jesucristo en este camino de redención”.
“Hoy más que nunca todos necesitamos de la fortaleza de Cristo por los momentos difíciles que estamos viviendo. La pasión, muerte y resurrección de Cristo la estamos viviendo de forma tan cerca, en tantos hermanos sufrientes en los hospitales y recordando a aquellos que se han infectado”.
Agregó que “por este virus, que todavía está entre nosotros, estas experiencias están llenas de silencio, de sufrimiento… muchas familias tienen rota el alma por la ausencia de sus seres queridos, pero de una u otra forma, debemos ver la luz del amor misericordioso de Cristo”.
En su reflexión sobre la muerte, expresó que Cristo “la asumió como una experiencia. La sagrada liturgia, sobre todo de jueves, viernes y sábado, que es Triduo Pascual, debe ser una fuente de espiritualidad para nosotros, para las familias; especialmente para aquellas que tienen estos dolores morales y muchos otros dolores, consecuencia de este tiempo difícil que estamos viviendo. El sufrimiento de Cristo es nuestro bálsamo sanador”.
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“La Semana Santa no solamente es la pasión y la muerte, sino que tiene que terminar en la Pascua, en la resurrección de Cristo. Debemos tener la esperanza cierta de que vamos a resucitar con él”.
Explicó que “esperanza cierta, significa que es una esperanza libre de duda, libre de cualquier sombra; es una esperanza que llena de alegría, de paz, de un espíritu trascendente profundo”.
E hizo referencia al poeta Dante Alighieri. “Cuando llegamos al reino de los cielos llevamos dos vestidos: uno del cuerpo y otro del alma. Quiere decir que llevamos el cuerpo glorioso como el de Cristo, con el que vamos a resucitar para encontrarnos con nuestros seres queridos, para abrazarnos en la vida eterna”.
“Esto es lo que se vive en la liturgia de Semana Santa; es una anticipo de la pasión, muerte y resurrección de Cristo al haber llegado a esos cielos nuevos, a una tierra nueva”, finalizó.
