Este martes 12 de enero de 2021 es un día distinto para los devotos a “La Morenita” pues la pandemia de la Covid-19 provocó que fiestas populares como el Día de los Inditos, fueran postergadas y ante el aumento de contagios por coronavirus en la ciudad, las Puertas del Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe fueran cerradas. Esta año las calles estarán vacías, pues no se escuchará el bullicio de los puesto de comida y la toma de fotografías.
Es 12 de enero, se rememoran los pequeños rostros de niños y niñas que vestidos de paliacates, pantalones y sombreros de manta y rebozos, se retrataban sobre un escenario que se alzaba detrás de ellos, entre nopales, llanos y agaves con una estatua de la Virgen de Guadalupe a un lado, este día es especial para todos los leoneses y es que se celebra el 145 aniversario de la fiesta los “Juandieguitos” o conocida popularmente en la ciudad, como el Día de los Inditos.
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Sobre un cerro pedregoso
La historia comienza sobre una colina llamada el “Cerrito de San Lorenzo”, que después se le puso el nombre de “Cerro de la Soledad”, esa elevación natural a finales del siglo XIX estaba despoblada y sobre esa cima es donde se construye, primero un pequeño oratorio.
Nos compartió el Cronista Municipal de León, Luis Alegre que “no creció ahí la ciudad en siglos y lo primero que se va construir es una capilla humilde, pero no va avanzar mucho hasta que no llega ahí Pablo de Anda”.
“Pablo De Anda es el que va a retomar esa capilla humilde y es el que la va a convertir en una iglesia y en un santuario en muy poquitos años” dijo Alegre Vega. Sobre esa loma que en antaño no era más que un pedazo de monte y que al pie circulaba el río “Los Machihues”,
entre piedra y tierra, se alzó el Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe.
A raíz de la inundación de 1888
Según datos buscados en el Archivo Histórico Municipal de Léon (AHML) datan que “el Cerrito de San Lorenzo estaba despoblado a fines del siglo XIX y vino a colonizarse a raíz de la terrible inundación de 1888, cuando los damnificados fueron a refugiarse en sus alturas. En Dicha loma, la acaudalado dama leonesa Doña Manuela Herrera de Corráiz escogió un solar o lote, para construir una iglesia, en las afueras de la ciudad y en visible altura panorámica para consagrarla a la Virgen de Guadalupe.
Pablo de Anda Padilla bendice la Primera Piedra
El Padre Pablo de Anda continuó la obra del templo y el 7 de mayo de 1870 él bendijo la primera piedra y logró avanzar en la obra con pocos recursos. “No tenía dinero y sin embargo preparó y dispuso terreno, rebajó el cerro, dejó abastecida la iglesia de vasos sagrados, ornamentos y todo lo necesario para el culto. Numerosas gentes le ayudaron con faenas acarrearon arena, piedra, ladrillos etc, desde el Río Marchihues que corría al pie del cerrito hoy Calzada de Guadalupe, mientras una fila interminable trabajaba” dice un documento del Archivo Histórico Municipal de León.
El 16 de diciembre de 1870 el Padre Pablo de Anda solicitó permiso para celebrar misa en una de sus capillas y se le concedió, según el AHML.
“Al crearse este santuario con vocación a la Virgen de Guadalupe, es una manera de darle un juego y una presencia en la vida de la sociedad y es lo que obliga que se extienda esa calle es lo obliga que haya un par de puente para llegar al santuario, la obra la de Pablo de Anda es admirable, piensa hoy en día una persona que se echa a cuestas construir el templo, construir un orfanato, un asilo y luego además un hospital” comentó para la OEM, el Cronista Municipal de León, Luis Alegre Vega.
El cura Pablo de Anda, además del Templo, edificó una Casa de Ejercicios, de 48 piezas y una huerta, el padre vivió en una casa a un lado de este edificio; con el paso del tiempo levantó un colegio para niñas, al que se le llamó Colegio de Señor San José, hoy Instituto América.
Cuando se construyó el templo y lo bendijo José María de Jesús Diez de Sollano y Dávalos en 1875 ya para el 12 de enero de 1876 inició esta historia de fe hacia la Virgen morena en la ciudad que año tras año se realiza con los pequeños que a día de hoy es una gran fiesta popular entre los leoneses.
“Pablo de Anda es quien va iniciar lo de las peregrinaciones, él va a propiciar estas peregrinaciones naturales, del día 12 de diciembre a la Virgen de Guadalupe y él es quien va a invitar a los niños, a estas peregrinaciones de un mes luego. Lo de los inditos tendría una símil con la presentación al templo, en el sentido de cómo acercas tú a los niños a un culto, en este caso el de la Virgen de Guadalupe, pues el valor era llevarlos como inditos el 12 de enero” dijo entrevista el Cronista e investigador Histórico de León, Luis Alegre.
“Quiero aclarar que no existe ese tono que nosotros mismos podemos tener hoy de ser inditos como despectivo, sino es justo lo contrario, Juan Diego es el primer indio mexicano que va a reconocer el patronazgo del cristianismo, es una manera simbólica de decir que el pueblo, los mexicanos de cepa, estamos unidos al culto de la Virgen y llevar a los niños el 12 de enero es una manera de iniciarte en ese culto a la virgen de Guadalupe” comentó Luis Alegre.
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Los Jesuitas
El Padre Pablo de Anda dejó a cargo a los jesuitas, dicha orden fue la encargada terminar el templo.“Los jesuitas estas peregrinaciones las van a ampliar a más órdenes. va a alcanzar hasta el fútbol, va a ver una liga de guadalupe.
La fotografía icónica de esta festividad
El día 12 es un día esperado, a primeras horas de la mañana en la calle Florencio Antillón, en la Colonia Obrera, las familias leonesas se unen a la devoción, niños y niñas en brazos, otros que apenas dan sus primeros pasos enmarcan ese tiempo, esa edad para toda la vida a través de una fotografía instantánea que será guardada en los álbumes familiares, y que trae gratos recuerdos de la infancia y de toda la familia.
“Llevar a los niños el 12 de enero era una manera de iniciarte en ese culto a la Virgen de Guadalupe es una manera amable o festiva, por el otro lado, creo que es lo más valioso es la parte más iconográfica justo con la fotografía, toma en cuenta que la fotografía es muy moderna a finales del XIX , no todo tienen una fotografía para entonces y la llegada de todos estos fotógrafos como trashumantes que van de festejo en festo de pueblo en pueblo, de ciudad, el poderte tomar un foto era de ricos” comentó Alegre.
“Yo no separaría a la festividad de los inditos de la foto que te tomaban, el punto era tu foto y luego la tradición, el festejo era completo pero la foto es inseparable” dijo Luis Alegre para El Sol de León.
Sin registro de cancelaciones de “Día de los inditos”
Ante el escenario de la pandemia por el nuevo coronavirus, se le preguntó al Cronista Municipal de León, Luis Alegre Vega, sobre si el “Día de los Inditos” tuvo que posponerse en otros momento de la historia de esta tradición.
“No hay periódicos diarios de la época, no sé si se hayan suspendido en el 46, porque tras la matanza hay una orden de prohibir, es el último año en el que no hubo feria, se prohibió todo, todo tipo de festejos y de reuniones, una por el duelo y la otra porque no querían alboroto la gente estaba prendidísima, es muy probable que haya tenido una alteración, yo no creo que se haya suspendido y en tiempos de la revolución es cuando tampoco hubo feria, no se si se haya aminorado o disminuido, otro factor, no había una prensa diaria, no había una prensa diaria y eso que nos dificulta el registro y aunque la hubiera habido no había fotógrafos y reporteros como hoy, al Sol de León es a quien le debemos que haya un registro de por lo menos del 46, de cuando surge El Sol de León para acá, la verdad es que gracias al Sol de León” dijo Luis Alegre Vega.