León, Gto.- De lo tradicional a lo moderno, el pan de muerto es adaptado a los sabores de la nueva generación, uno de los elementos esenciales del altar de Día de Muertos se convierte una mezcla de sabores que deambula entre la nostalgia de recordar a los que ya no están en este mundo y la alegría de seguir vivos.
Cafeterías de la ciudad ponen a la venta atractivo pan de muerto relleno de cajeta, nutella, queso crema, fresas y otros ingredientes, una forma diferente de conservar las tradiciones.
Para los panaderos de tradición, esta moda les parece una buena idea adaptarse a los nuevos tiempos sin verlo como una competencia.
En el altar o acompañado de café o chocolate caliente, el pan de muerto es un elemento de la cultura mexicana que lejos está de desaparecer.
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Pan de muerto tradicional
Marisol Becerra, encargada de la panadería San Sebastián en León, ubicada en la calle 5 de febrero platicó que para ellos, como panadería de tradición de más de 40 años, la venta de pan de muerto es clave en el año.
Si, la pandemia afectó un poco sus ventas, sin embargo y pese al cierre de los panteones, notaron que para las tradiciones, no existe motivo alguno para celebrar el Día de Muertos.
“Se ha vendido muy bien, la gente conoce nuestro pan y tiene muy buena aceptación; cada años más o menos siempre vendemos lo mismo en todas las panaderías, y este año estamos como esperando a ver qué sucede por lo que no abrieron los panteones, esperábamos como flujo de gente para ese día, pero ese año no sabemos cómo vaya a estar el movimiento” platicó Marisol.
La encargada de la panadería, dijo que son aproximadamente 30 piezas de pan las que salen de 1 kilo de masa, calculó que en promedio realizan 15 kilos en las fechas más fuertes.
“Está bien porque las generaciones van cambiando y tienes que renovarte, sin embargo nosotros hacemos el pan tradicional porque es lo que la gente ya conoce y lo que busca” mencionó Marisol respecto a cómo en algunas cafeterías venden el pan de muerto.
“Es una tradición lo que es el pan de muerto y la rosca de reyes, son de las tradiciones que seguirán con más arraigo en México, la gente no va a dejar de manifestarse en esas fechas, todos tenemos muertitos, haremos los altares” agregó Manolo Becerra, papá de Marisol.
Ventas de pan de muerto a la expectativa por Covid
Manolo Becerra, a propósito de las ventas de pan de muerto expresó que están a la expectativa, y es que con el cierre de panteones no saben si tendrán el mismo movimiento, incluso hoy el establecimiento permanecerá abierto.
“Creo que esta pandemia va a unir a la gente en estas fechas, creo que no va a mermar en nada las tradiciones, a pesar de que no abrieron los panteones, la gente se va a ajustar a la familia” comentó el panadero.
Entre la moda y lo tradicional
En las últimas semanas cafeterías de la ciudad ofrecen pan de muerto en una diferente presentación, sin perder su peculiar forma y sabor, lo ofrecen hasta como complemento en vaso de frappe.
Gina Arias, de la cafetería San Juan de Dios, dijo que ellos durante todo el año ofrecen una concha dulce rellena de nata y fresas, por la temporada cambiaron dicho pan por uno acorde al día de muertos.
“Decidimos poner un poco atractivo el pan de muerto para resaltar las tradiciones, especialmente porque aquí es típico el pan en el barrio de San Juan, le dimos un toque nuevo para tratar de que la tradición continúe” platicó Gina.
El pan de muerto relleno lo comenzaron a vender a principios de mes, aunque será este fin de semana cuando esperan se venda más este producto, incluso tendrán ofertas.
“Nos hemos apoyado de redes sociales, los chicos y las personas que a lo mejor ya tenían mucho tiempo de no venir al barrio, pues están regresando a consumirlo; los jóvenes tienden más a pedirlo y vienen aquí a consumir café y pan de muerto” añadió la joven.
Cada pieza de pan de muerto relleno tiene un costo de 48 pesos y quienes más lo consumen son los jóvenes, ya que han estado promocionando su producto a través de redes sociales.
De cualquier forma, para honrar a los difuntos o darle un gusto al paladar, ya sea relleno de helado o en un altar, el pan de muerto sigue marcando generaciones.