Pagan menos la siembra en León que en Oaxaca

Una pareja indígena originaria del sur llegó a la capital del cuero, pero les dan menos y sin comida

Christian Rendón | El Sol de León

  · miércoles 3 de agosto de 2022

Fotos: Francisco Meza | El Sol de León

La señora Eugenia y su esposo Isidro salieron de su pueblo de origen en Oaxaca para llegar a León a buscar trabajo, él se dedica al campo y ella a la venta de dulces en los cruceros. Con frecuencia abandonan su comunidad y se mueven a diferentes estados de México porque las oportunidades laborales para ellos son escasas.

Ellos son parte de los 7 mil indígenas que viven en León y que este martes el municipio informó que buscará apoyarlos a través del Consejo Consultivo Indígena municipal, a través del cual podrán seguir solicitando permisos para poner pequeños comercios o ser vendedores ambulantes regularizados.

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Don Isidro Artemio Chávez tiene 48 años de edad y es hijo mestizo ya que sus padres pertenecían a diferentes culturas indígenas. Dijo que cuando no hay trabajo en su comunidad se va al cerro o junta el fierro para conseguir para comer.

En esta ocasión llegaron a León porque doña Eugenia, quien es originaria de la cultura mixteca baja, es hermana del profe Popeyo que da clases en la comunidad indígena de León que se ubica asentada a un costado de las vías del tren por el bulevar Timoteo Lozano.

Sin embargo la situación en León no es esperanzadora para ellos, pues al hombre le pagan menos que en Oaxaca, allá, por el día laborado de ocho horas en el campo recibe 250 pesos más almuerzo y comida, mientras que en León sólo gana 200, y no les dan alimentos.

Aquí me ofrecieron 200, no me sale (sin almuerzo y comida), tengo que comprar agua, pagar la luz, pagar cosas. Fui a Monterrey y no me hallé porque hace mucho calor. Aquí me levanto a las 8 y termino como a las 4 o 5 y allá igual, cuando se porta bien la señora (que nos da comida) le damos otra hora más, pero no nos pagan extra”, comentó él.

La mujer también tiene 48 años de edad y tienen más de 23 años juntos, procrearon cuatro hijos, pero ellos ya están grandes y se quedan en Oaxaca.

Cuando llegan a León ella sale a los cruceros a vender dulces como chicles o mazapanes porque son los más económicos y con lo que gana lo aporta también para alimentarse.

Aquí más o menos, ahorita salimos a vender en el crucero a vender chicles a vender cualquier cosita, ahorita no hemos vendido cosas así, nada más chicles y mazapanes, lo más barato porque ahorita todo está caro, todo está subiendo y no tenemos suficiente para comprar”, agregó.

La pareja vive en una chocita de madera que se humedece completamente con las lluvias, no tiene piso y eso genera que se enlode el cuartito, pero aseguran que ellos se sienten cómodos donde sea siempre y cuando haya trabajo “que no falte el dinero nada más para comer”, aseguró Artemio quien se dedica a la siembra de sorgo.