PÉNJAMO, Gto.- El gobernador de Guanajuato, Diego Sinhue Rodríguez Vallejo, llamó a que haya más alcoholímetros en el estado, para con ello evitar accidentes viales, como los ocurridos en Irapuato y que tan sólo en mayo cobraron la vida de nueve personas.
Durante su gira por Pénjamo, Diego Sinhue Rodríguez Vallejo dijo estar a favor de los operativos de alcoholimetría e incluso aprovechó para sugerir que haya de éstos en todo el estado.
“Lo que sí es que yo estoy a favor de los alcoholímetros, que pongan más alcoholímetros en todos lados para evitar estos casos”, dijo el mandatario estatal.
Irapuato cerró mayo como el municipio con más personas fallecidas por accidentes viales; el ocho de mayo ocurrió un primer accidente, en el cual murieron seis personas que viajaban a bordo de un taxi, el cual fue impactado por el tripulante de una camioneta, el cual escapaba de la policía y además iba en estado de ebriedad; el segundo ocurrió el 28 de mayo, en donde murieron tres personas que viajaban en un automóvil, tras ser impactado por otro vehículo que era manejado por un hombre ebrio.
De acuerdo con datos de la Secretaría de Salud de Guanajuato, durante 2021 ocurrieron 13 mil 976 accidentes viales, en donde 648 personas perdieron la vida.
León, Irapuato, Salamanca, Celaya y Moroleón fueron los municipios con la mayor cantidad de accidentes viales reportados.
Recientemente en el Congreso del Estado se discutió la propuesta hecha por el municipio de León, de dar hasta dos años de prisión a quienes manejen en estado de ebriedad y con ello eliminar la falta administrativa de reclusión por sólo 36 horas.
Y es que el Ayuntamiento propuso reformar el Código Penal y adicionar el artículo 168-A para castigar con seis meses y hasta un año de prisión a quien conduzca un vehículo de motor con un nivel de alcohol en la sangre superior a 0.8 gramos por litro o de alcohol en aire espirado superior a 0.4 miligramos por litro, además de sancionar con el mismo rigor a quien conduzca bajo el influjo de narcóticos, estupefacientes, psicotrópicos o cualquier otra sustancia que produzca efectos similares.
Las penas aumentarían de uno a dos años cuando quien conduzca en estado de ebriedad sea trabajador de transporte escolar, servicio público o remunerado, además de que la licencia en todos los casos quedaría suspendida.