En las primeras horas del 2 de enero de 1946, las brigadas de la Unión Cívica Leonesa (UCL), invitaron a la población a un paro de labores en protesta por el fraude electoral contra su candidato Carlos A. Obregón y el mal gobierno, frente del Palacio Municipal en la entonces llamada Plaza de la Constitución. Durante la inconformidad todo parecía tranquilo, pero cerca de las 21:00 horas, justo cuando se cerraron las puertas del palacio municipal y se escucharon los disparos de ametralladoras y fusiles.
En ese entonces Ignacio Quiroz tomó posesión del lugar en sustitución de Salvador Muñoz, ante campesinos y miembros del ejército.
Acusaban al gobernador Ernesto Hidalgo de imponer como presidente municipal a Quiroz, y los oradores informaron que habían solicitado la intervención del presidente Ávila Camacho y que se estaba negociando con el gobernador Hidalgo.
Los disparos eran hechos desde las partes altas de la zona sobre todo, desde las azoteas, por lo que había gran confusión y la gente estaba muy asustada, trataba de esconderse detrás de los árboles, las bancas y del kiosco, corría hacia el Santuario para refugiarse, pero los soldados los perseguían para dispararles.
Algunos trataron de ayudar a los heridos, pero los militares a cargo del general Bonifacio Salinas Leal, iban detrás de la gente. De manera oficial se reconocieron 26 muertos y 37 heridos graves.
Esto fue el resultado de la resistencia civil de un grupo de ciudadanos organizados, la UCL dirigida por Ricardo Hernández Sorcini. Estaban cansados de que el gobierno traficara con contratos públicos onerosos y encarecía las cuotas e impuestos.
“Hemos tomado la decisión de que León sea la primera ciudad del país que se lance a la lucha por la libertad municipal”, se dijo en ese entonces.
Esa agrupación movió a bastante ciudadanía a favor de Obregón en las elecciones del 16 de diciembre de ese 1945, proclamó ganador a su candidato y acusó al PRM de cometer fraude por situaciones como robo de runas, acarreo de votantes, lo que su comité estatal rechazó.
Acusaban a los soldados de impedir la reunión de la Junta Computadora donde se habían contado 22 mil 173 votos para Obregón y 58 para Quiroz.
En ese entonces la ciudad no tenía más de 100 mil habitantes que pagaban impuestos, no tenían agua potable, alcantarillado, pisos en las calles, buen alumbrado, policía eficaz, hospitales, escuelas, entre otros servicios básicos.
A través de un comunicado el comité nacional de la UCL desmintió las acusaciones de que estuvieran en manos del sinarquismo y del Partido Acción Nacional (PAN).
A partir de entonces se le conoce como la Plaza de los Mártires del 2 de Enero, donde se recuerda a todas las personas que perdieron la vida.
Quiroz fue sustituido y hubo una investigación de la Suprema Corte de Justicia por graves violaciones a las garantías individuales, y altos jefes militares fueron enjuiciados por disparar contra ciudadanos indefensos e indignados por lo que sucedía con la ciudad.