León, Gto.- Los leoneses celebraron con fervor el Día de la Candelaria, aunque con sana distancia, acceso restringido, toma de temperatura y gel antibacterial creyentes acudieron al templo de la Candelaria en el Coecillo para escuchar misa y olvidar un poco todo lo que se vive en torno a la pandemia.
Fueron varias personas las que se dieron cita a distintos templos de la ciudad para bendecir al Niño Dios, en su mayoría personas mayores que con entusiasmo ataviaron a sus santos con ciertos atuendos.
En una de las bancas, puntual a la misa del mediodía, para la cual los encargados del templo dieron algunos boletos días antes de la celebración, la señora María sostenía en sus brazos con cariño a su Niño Dios de gran tamaño.
“Significa mucha fe, sin él (Niño Dios), no tenemos nada, y por eso lo traigo aquí, como un desahogo si” María Camacho, habitante del Coecillo.
Cerca del altar del templo, había varias figuras en el piso, cuál esperando la bendición del padre, otros más llevaban a su Niño Dios en los brazos.
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Eso sí, la venta de artículos religiosos fuera del templo no pudo faltar, aunque sólo era uno, la gente pudo hacerse de alguna oración, un rosario, una medallita, pulseras con alguna imagen religiosa.
Un vendedor de velas expresó que varia gente, se quedó afuera del templo, no alcanzaron boleto y por lo tanto no se les dio acceso, no había molestia por esto, ya que entendían el aspecto de las medidas sanitarias.
“El año pasado todavía se alcanzó a hacer esto bien, ahorita pues entendemos que puede haber mucha gente adentro, y si no se puede no hay de otra, hay que respetar” expresó una mujer cerca de la entrada del templo.
Con el deseo de que la pandemia baje y la fe en el Niño Dios, la gente acudió a los templos para adorarlo.