¡Llegan los Reyes Magos!

Los Reyes Magos caminan entre la multitud,  buscando las mejores opciones de calidad y precio

Rocío Godínez | El Sol de León

  · sábado 4 de enero de 2020

Foto: Gerardo García | El Sol de León

León Gto.- El frío de la mañana, un café o atole en la mano, un abrigador suéter y un andar aprisa en la zona peatonal, es lo que se vivió en la zona centro de la ciudad, en vísperas de la llegado de los Reyes Magos a los hogares leoneses.

Es a las once de la mañana, “el horario normal”, en el que los establecimientos del centro comienzan a ofrecer sus servicios, pero esta especial fecha, los obliga a que abran sus puertas desde dos horas antes.

Llenan las calles del centro

La escena es la misma de cada año, los Reyes Magos caminan entre la multitud, buscando las mejores opciones de calidad y precio, para llevar el mejor juguete a los niños que esperan el día con mucha ilusión.

Una conocida tienda departamental ubicada en la calle 5 de Mayo, desde las ocho de la mañana, ya estaba lista para recibir a sus clientes. Desde horas antes, sus empleados llegaron para llenar los anaqueles que un día antes habían quedado vacíos y que al finalizar la jornada estarían de nueva cuenta solos.

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Llegan tarde

Poco a poco, comenzaron a llegar los Santos Reyes, quienes mostraban cara de desilusión al no encontrar el regalo deseado, “por no venir antes y dejar todo a la mera hora”, se escuchaba entre los pasillos.

“Señorita, ¿dónde están los patines del diablo?”, preguntó un señor; “Ya no hay”, respondió una empleada del lugar, “las bicicletas y los “scooter” fueron los primeros que se acabaron”. Puntualizó la mujer.

Buscan hacer la mejor compra

Muñecas, carriolas, cajas registradoras, carritos de control remoto, consolas de videojuegos, cochecitos, juguetes didácticos y para bebés, eran parte del repertorio que estaba en los estantes y que eran tomados por uno y otro para ver calidad, precio, funcionamiento y durabilidad.

Los rostros de los Reyes Magos mientras observan los juguetes son volubles, toman un juguete y sonríen, leen las instrucciones y voltean a todos lados, con cara de preocupación o duda, pensando si ese artefacto le gustará al niño o a la niña. Pasan varios minutos y después, toman una decisión.

Incluso, si no están muy seguros de la elección, toman el juguete y se lo llevan con ellos, mientras recorren los demás pasillos, buscando otra opción.

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FOTO: CORTESÍA | muycomputer.com - pngscreativos

Al terminar las compras, la fila es larga para el área de cajas, después de varios minutos, con cara de fastidio por el tiempo que estuvieron en espera, pero también con el sentimiento de alivio al llevar los regalos pedidos, salen satisfechos de la tienda.

Les faltan unos cuantos pasos para salir a la calle y ya los están abordando los vendedores de bolsas negras, de todos los tamaños para que guarden cubran y escondan los juguetes. “a 5 pesos la bolsa”, grita uno de los vendedores.

Tradición en la Soledad

A unos cuantos metros y pasajes, se encuentra la calle Leona Vicario, esa misma que está a un costado del templo de la Soledad y esa misma que hasta el 25 de diciembre, ofreció todo tipo de adornos navideños.

Es el tianguis del día de Reyes, que desde el día 26 de diciembre, alberga a los vendedores de juguete, hay de todos los precios. El ambiente es más popular “pásele güerita”, “que le ofrecemos seño”, “pregunta mija” y “aquí se lo calamos”, son algunas de las frases que los comerciantes utilizan para atraer a los clientes.

Gran variedad

Entre el angosto pasillo, en el que se tiene que esperar a que pasen unas personas para que las demás puedan caminar, se puede ver toda la variedad de cosas que se ofertan.

Hay para todos los gustos, superhéroes pequeños y grandes, baratos y caros. Hay mercancía original y también hay artesanal.

El contraste es notorio, en un puesto se encuentra un Iron Man acompañado de un capitán América. Son de plástico y su atractivo es que tienen luce y mueven las manos, cuestan 260 pesos. A un costado, está otro puesto, que ofrece a los mismos personajes en tamaño miniatura a solo 50 pesos. Ambos están abarrotados y obligan a “Los Reyes” a detenerse.

Y enfrente, está una señora, con un puesto de casi cuatro metros, ella vende guitarras de madera, tráiler y carritos del mismo material, también ofrece pequeñas escobas, planchas, trapeadores y cubetas. Pero su puesto está solo. La gente se detiene unos cuantos segundo y después, se va, sin preguntar el precio.

La víspera

Las horas transcurren y cada vez hay más gente. El ruido de los camiones y autos, el claxon, los vendedores ambulantes e improvisados que gritan anunciando su mercancía y el precio. Entre las calles van los hombres cargando los juguetes o grandes bolsas negras. Las prisas, el estrés, el cansancio, todo, en conjunto, hacen que se viva un ambiente de ilusión y magia. Se llegara la noche y poco a poco la multitud se irá haciendo menos. El resultado, será la cara de alegría y la felicidad de los niños por la mañana del 6 de enero.

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