León, Gto.- “¡Pásele, pásele, buñuelos, tacos, elotes, agua, hot dog, se escuchaba en la calle Álvaro Obregón e Hidalgo. Los comerciantes no querían dejar ir a sus clientes después que acudieron a las festividades en honor a la Madre Santísima de la Luz.
Después de dos años que no se realizaron festejos a causa de la pandemia, hoy el sol está brillando para todos.
Sobre todo para los comerciantes que venden panecitos, buñuelos, tacos y tortas de tripa que es lo que más consumen los visitantes.
La Fe
En León, cada año se celebra a la Madre Santísima de la Luz, por ello decenas de leoneses acuden a la Catedral Metropolitana para agradecer los milagros concedidos, luego de dar gracias acompañados de familiares acuden a las calles antes referidas para comer y posteriormente acudir a la plaza principal donde los niños pueden correr, brincar y gritar libremente.
En la calle Álvaro Obregón, en el tramo de 5 de mayo a 20 de enero se puede encontrar diversos antojitos mexicanos como churros, chocomiles, elotes asados y preparados con chile, limón mantequilla y queso, hot dogs, hamburguesas, aguas frescas, tacos de bistec, chorizo, tripas, que son los más solicitados, buñuelos, atole, tamales, fresas con cremas, pambazos, enchiladas, gorditas de trigo, garbanza y cacahuates, lo mismo hay en la calle Hidalgo, de Álvaro Obregón a bulevar Adolfo López Mateos.
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Laura Guadalupe Madrigal Negrete, contó para El Sol de León que empezó a vender hace 30 años gorditas de trigo y panes, en cambio Francisco Ramírez y su familia tiene 20 años vendiendo hot dogs, aguas y hamburguesas, ellos se sienten que este año les va ir muy bien puesto que la gente ya tenía ganas de salir y disfrutar de una verbena.
Los visitantes comentaron que estaban ansiosos por probar la gastronomía que tanto estaban esperando y sobre todo que los niños volvieran a rescatar esta tradición.
También hubo disgustos
Por lo contrario, también hubo algunos disgustos por parte de comerciantes que van iniciando y esperaban un lugar en esta verbena, hablando con personal de la dirección de Fiscalización y Consumo tuvieron un lugar y otros comerciantes tuvieron que ser reubicados ya que la zona donde está ubicada la Catedral debía estar libre de comercios.
Una vez platicando llegaron a un acuerdo y todos los comerciantes tuvieron un espacio para llevar dinero a casa como fue el caso de un vendedor que decidió mantenerse en anonimato por miedo a represalias.