León, Gto.- (OEM- Infomex).- Regresan a la ciudad los juguetes bélicos de tamaño real en el Día de Reyes, así se pudo observar en los diferentes tianguis, unas horas antes de la llegada de los Reyes Magos.
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Los costos oscilaron desde los 350 pesos en pistolas hasta los mil pesos en ametralladoras, las cuales son vistosas por disparar bolitas de gel hidratadas con agua.
Otro factor que hacía muy atractivos estos juguetes realistas para los pequeños, es el sonido y las luces con las que vienen equipados.
Los comerciantes señalaron que las ventas han sido buenas en especial con estos juguetes bélicos, pues a pesar de ser de tamaño real, están llenos de colores (camuflados) que los hacen diferenciarse de las armas reales.
En todas las jugueterías de la ciudad, tanto las formales como en los tianguis, también se pudo percibir pistolas de dardos y de agua, carros con soldados, y todo tipo de camionetas y tanquetas en juguete.
En un recorrido por los tianguis de la Zona Centro, se pudo percibir que los Reyes prefirieron el juguete tradicional como carros a control remoto, muñecas, bicicletas, pelotas y balones, entre otros.
Para los niños más exigentes, los Reyes Magos surtieron juguetes digitales como celulares, tabletas, juegos de video y consolas, así como dispositivos de todo tipo tales como audífonos, teclados y mouse para Gamers, incluso los tableros de control de videojuegos regresaron, simulando las viejas maquinitas y Ataris que tanto éxito tuvieron hace más de 30 años entre la población.
En 2020, el Senado de México aprobó sancionar a quién haga mal uso de estos juguetes con apariencia de armas de fuego reales o explosivos, principalmente pistolas y ametralladoras.
Ante la proliferación de los juguetes bélicos o armas realistas, el artículo 19 de la Constitución, en el Código Penal Federal, y en el Código Nacional de Procedimientos Penales, en el artículo 167 un juez de control puede ordenar prisión preventiva oficiosamente a quien haga mal uso de los juguetes realistas o cometa ilícitos utilizando los objetos que tengan la apariencia, forma o configuración de un arma de fuego o explosivos funcionales o no y que sirvan para amagar o intimidar a una víctima.