La inseguridad propiciada por pandilleros y asaltantes, ni vender en un edificio semi abandonado ha desmotivado a los 20 comerciantes que ofrecen sus productos en el Mercado San Agustín a los pocos clientes que acuden de forma diaria a realizar sus compras.

De acuerdo a lo informado por Francisca Mendoza y María Guadalupe Castillo, locatarias del lugar, reconocieron que, a 30 años de la construcción del mercado público en la colonia San Agustín y que lleva su nombre, ha enfrentado serios problemas en materia de inseguridad y que ha causado que poco más de la mitad de sus compañeros ya no trabajen sus locales.

Existe una historia muy peculiar en el mercado San Agustín, el terreno fue donado por una persona particular para evitar que los comerciantes llevarán su labor en la calle Zamora, por lo que quedó entre tenerías por un lado y por otro con viviendas en el callejón de Jiquilpan.

“Los robos y asaltos se dieron desde aquellos años a mujeres que acudían a realizar sus compras, mientras que quienes llegaban en autos padecían del robo de acumuladores, autoestéreos y demás objetos que permanecían en el interior” señaló Castillo.

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Al paso del tiempo cada vez fueron menos quienes entraban a comprar, situación que obligó a locatarios a cerrar sus establecimientos por la baja de ventas, comentó Francisca Mendoza

De acuerdo a informes de los locatarios en la actualidad suman 40 locales que permanecen cerrados, mientras que en los restantes 25 espacios laboran fondas, una carnicería, un expendio de pollo, varias verdulerías y fruterías, fuente de sodas, abarrotes entre otros que se mantienen de las ventas que registran día con día.

En el tema de seguridad las representantes de locatarios, señalaron la urgencia de reforzar los rondines en el exterior del mercado. “Debemos de ofrecer a los clientes certeza durante su visita en busca de retomar la actividad comercial” concluyeron.