Salamanca Gto.- El gobernador del Estado de Guanajuato, Diego Sinhue Rodríguez Vallejo, manifestó su rechazo a la cancelación de corridas de toros, pues dijo que el estado es uno de los que más ganaderías tienen en todo México y una gran cantidad de familias que se mantienen de ello.
“Yo estoy a favor de los toros, somos el segundo estado con más ganaderías en México después de Tlaxcala y hay una gran industria familiar (…) entonces el gobernador Miguel Márquez Márquez hizo un decreto donde la charrería y tauromaquia son patrimonio inmaterial de los guanajuatenses y yo comparto esta idea” explicó durante su visita a Salamanca.
Por ello, el gobernador de Guanajuato señaló que en el estado seguirán las corridas de toros, por lo tanto, corridas tan emblemáticas y populares como las que se realizan en el municipio Moroleón o San Miguel de Allende y en otras partes del estado se seguirán realizando.
Y es que la tauromaquia y la charrería fueron declaradas Patrimonio Cultural Inmaterial de Guanajuato desde mayo de 2013, por lo que la difusión de estas tradiciones, aunadas a la gastronomía del estado han sido parte de su identidad.
Según el decreto oficial del estado, la Fiesta Charra y la Fiesta de Toros son tradiciones y costumbres producto de la mezcla cultural que dejó a Guanajuato el sello de distintas sociedades, como la española y la de los pueblos originarios o mesoamericanos.
Por otra parte, este documento señala que la tauromaquia ha sido, desde antes del nacimiento de Guanajuato como Entidad Federativa, sede de importantes ganaderías y asiento de innumerables tradiciones, tal como lo acreditan las treinta y dos ganaderías que existían en 2013 en el territorio.
Entre las corridas más populares en Guanajuato destacan la tradicional Corrida Guadalupana que se organiza en el municipio de León y las corridas de la Feria de San Miguel Arcángel en Uriangato, pero también se tienen otros eventos importantes, como la Corrida de la Insurgencia, en San Miguel de Allende, en donde los toreros no van vestidos en trajes de luces, sino a la usanza de los insurgentes del siglo XIX.