León, Gto.- La señora Verónica Almanza terminó el 2023 triste y sin nada que celebrar. Ya no duerme y tiene paz al recordar que el pasado 27 de diciembre un incendio ocasionado por un corto circuito consumió su casa y sus muebles dejándola a ella y su familia en un ambiente incierto.
“Todo fue pérdida total, la casa todavía huele a humo, por eso dejamos puertas y ventanas abiertas, pero del dolor, yo le digo a mi esposo, mejor vámonos a rentar me duele estar aquí”, comentó.
Nunca imaginó que aquella casa que todos los días limpiaba y dejaba implacable iba a estar en llamas. Su mayor preocupación eran sus nietos de 8, 5 y 3 años que cuidaba, se habían quedado encerrados porque sólo iba a comprar comida para hacer el desayuno.
“Eran como las 11:08 cuando se escuchó que todo trono y los vecinos vieron que estaba saliendo humo de la casa, una vecina que vive enfrente, el vecino de la tienda y el que vende hamburguesas sacaron las escaleras y subieron por la azotea porque mis nietos estaban en la orilla del balcón pidiendo ayuda, dicen que fue una escena desgarradora.
“Pero mi hijo Manuel que tiene pérdida de audición se quedó dormido y no escuchó el estruendo, cuando empezó a sentir la cara caliente abrió los ojos y salió corriendo. Los paramédicos que llegaron, lo revisaron y dijeron que no tenía nada pero se tuvo que rapar y rasurar porque todo su cabello y barba se le incendiaron”, añadió.
Explicó que los bomberos que llegaron a apagar el fuego le comentaron que había sido por un corto circuito de un apagador que la familia ya ni usa y que estaba tapando con un sillón.
La señora Vero manifestó que a pesar de quedar sin muebles y tener poca ropa su mayor felicidad es que no hubo pérdida humana y toda su familia está sana, sus nietos que cuidaba aquel día y su hijo que se encontraba dormido.
PELIGRAN EN CASA
Una vez llegando al domicilio ubicado en la calle circuito Bienda en Villas de San Juan se puede observar en la fachada humeada y cuando estas parado, aún no se le quita el olor a quemado.
La casa no tiene vidrios, el primer piso de tener paredes blancas y beige ahora son de color negro. La familia ahora vive en la segunda planta pero temen por su vida porque al caminar se escucha que rechina el piso.
Esta familia pide apoyo al Municipio de León en todo sentido, pues su cocina y sus muebles se consumieron en el incendio.