Frío, inseguridad, discriminación es algo de lo que pasan los “viene, viene”, que se instalan por todo el polígono de la Feria Estatal de León.
TRABAJO HONRADO
Además de los estacionamientos, los automovilistas buscan un lugar seguro para dejar su auto durante la feria, otra opción para ellos, son los famosos “viene, viene” que se ubican mayormente en dos espacios: en los alrededores de una famosa refresquera y afuera de una fábrica de calzado.
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En entrevista exclusiva para Organización Editorial Mexicana (OEM), José Martínez, platicó como lleva 18 años trabajando cuidando carros.
“Yo llegué buscando trabajo en la Feria, nunca lo logré y decidí ponerse a lavar carros y cuidarlos”, dijo cuidador de carros de 35 años, vecino de la colonia de San Felipe de Jesús.
Dejó claro que es un trabajo honrado, que mucha gente critica o juzga, a veces hasta reciben insultos por parte de las personas.
EN LA FLEXI
“Yo busqué esta opción durante la Feria porque está muy difícil la situación y tengo una familia que mantener”.
José llegó a los 17 años a trabajar en la temporada ferial, el resto del año es comerciante vende raspados, aguas frescas, fruta de temporada, en la misma zona.
Su primer trabajo lo logró como barrendero, junto a otras personas, poco a poco se fue ganando su espacio, hasta formar parte del equipo de los “viene, viene”, aseguró que hizo varios méritos para ganarse su lugar.
Después de años le mandaron hablar de la feria, pero decidió quedarse a cuidar carros en el Francisco Villa, afuera de una conocida fábrica de zapatos.
Desde el primer año con este trabajo sacó para pagar su renta y mantener a sus tres hijos.
PELIGROSO
De lo poco que se habla acerca de esta labor es de lo peligroso que es, pues trabajan en la calle, sin el equipo necesario para cualquier emergencia, solo con la bendición de Dios.
Actualmente afuera de la fábrica de calzado se encuentran 6 “viene, viene” a cada uno se les da un espacio de 10 carros
José funge como encargado y declaró que los fines de semana es cuando está más peligroso. Uno de los problemas es que muchas personas quieren llegar hacer sus necesidades biológicas en los carros y varias ocasiones le ha tocado ahuyentar a los amantes de lo ajeno.
“Nos han sacado armas de fuego. Un día se llevaron una camioneta de aquí, yo me acerqué y le dije que no era el dueño, le expliqué que no era la persona que me había dejado la camioneta, que no se la podía llevar y me contestó que no me metiera en lo que no me importaba que me quedara callado y me sacó el arma, al final se la llevaron, me pusieron la pistola en la cara y la verdad primero está mi vida”, está es una de las tantas malas experiencias que ha tenido.
Después de poner en riesgo su vida, tuvo que dar parte a las autoridades, recuerda que el hecho ocurrió en un baile de Los Tigres del Norte.
600 AL DÍA
Entre el mismo grupo de cuidadores han hecho sus propios códigos de seguridad y explicó que se cuidan entre chiflidos, de todo se avisan, si ven a una persona sospechosa.
Un día de un “viene, viene” comienza a las 5:30 pm, llegan para barrer los espacios y cuando se van hacen lo mismo y dejan todos los espacios limpios.
Su horario de servicio es de las 6:00 pm a la 1:00 am. Piden una cooperación voluntaria por cuidar, ofrecen el servicio de lavado de carro a $70.00 pesos.
Juan, declaró que saca a diario un promedio de $600.00 pesos.
Hasta la fecha la fábrica no les pide ningún tipo de cobro por utilizar sus instalaciones como estacionamiento público.
FRÍO
Otra de las dificultades que deben de enfrentar es el clima, cuidarse del frío y no enfermarse durante la temporada ferial, pues es la mejor del año para ellos.
“Yo uso tres suéteres, doble pants, para no enfermarme. Mi trabajo es digno y honrado, de aquí saco para mantener a mi familia”.
Por último, José pidió a la gente que los apoye “aquí no se pierde nada, mucha gente nos conoce y nos colabora de corazón, cuidamos los carros lo más que podemos”, finalizó.