León, Gto.- Los títeres no pasan de moda y siguen llamando la atención de los niños. Matías llegó de la mano con su papá al stand de Gelos Giles y le gustó un calcetín con forma de conejo. Una vez que se lo colocó en la mano ya no lo quiso soltar.
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Gelos Giles tiene 32 años haciendo títeres junto a su esposo Pedret, también vende Kamishibai - teatro de papel japonés- para que adultos y niños echen a volar su imaginación.
La diseñadora en moda tiene un talento natural y siempre le han gustado los muñecos por tal razón comenzó a hacer muñecos en la iglesia como misionera y posteriormente el Instituto Estatal de la Cultural de León y Guanajuato la contrató para hacer eventos culturales.
También es escritora, ya que redactó “Muelita mi amiguita la negrita” un cuento para los niños que no se lavaban los dientes así como “Los fantasmas de mi pueblo”, una la historia de un niño que se enamora de una niña de la tienda, pero en el pueblo hay fantasmas y él defiende.
Asimismo ha contado historias con temas específicos con p.m. bético pedagógico; también creó historias de niños que le han contado y que se transforman para ser contadas con títeres.
“Estudié diseño y trabajé haciendo vestidos pero a mí me gusta el vestuario para títeres, hago desde el molde, diseño” comentó.
Añadió que le han pedido a Mahatma Gandhi , Albert Einstein, bocones y cositos –les llama así porque son pequeñas cosas-. Estos son ideales para manitas de pequeños de la edad de un año a cinco años.
Los materiales que utiliza un títere es calcetín de polar, tradicional de rombos, liso pero también tiene calcetín italiano. Llevan botones grandes, exclusivos, de madera o incluso que tiene forma de iris en los ojos, y hasta botones de 1980, además tiene pompones, plumas, listón, limpiapipas, foami que forman ratones, zancudos, moscas y un sinfín de figuras.El hacerlos de principio a fin tarda alrededor de 40 minutos.
Muñequitas quitapenas
También, diseña las “Muñequitas quitapenas” que son de origen maya y es la diosa Ixmucané, no es un títere es un amuleto de poder, quienes la adquieren son psicólogos, tanatólogos y niños porque se le puede contar las penas.
“Las muñequitas quitan las penas que tengo, se las cuento despacito y me las cura en silencio, y debajo de mi almohada duermen todos mis muñecos y si tengo una pena, yo sin ella me despierto. Mira que yo no creía en amuletos ni hechiceros y díganme ahora qué hago contándoles pena a un muñeco”, pronunció un poema.
Mencionó que los muñecos tienen poder, platicó que la data que la Diosa Maya creo al maíz y los dioses dijeron: tu propuesta del maíz no nos sirve, entonces se convirtió en una muñequita para que pueda cuidar a todos los niños y toda la gente y así le pueda contarme sus penas.
Recordó que se le conoce como la “Muñequita come mierda”, porque se come los malos pensamientos de las personas. Dijo que viene desde Nicaragua, Honduras y se pueden encontrar pequeñas o como un cerillo.
Para finalizar, declaró que en la ciudad es la única diseñadora crea este tipo de títeres y está es la cuarta ocasión que está en el Pabellón Guanajuato.