IRAPUATO, Gto. (OEM-Informex). Ha pasado un año desde su detención y José Antonio N., alias El Marro, ex líder del Cártel Santa Rosa de Lima, está seguro y consciente de que se quedará en prisión, pero lo que todavía no sabe es por cuánto tiempo y por cuál de todos los delitos de los que ha sido acusado será sentenciado.
El Marro está cumpliendo este dos de agosto un año en prisión y aún no ha recibido sentencia, a pesar de estar vinculado a proceso por tres delitos diferentes: dos del fuero común, como son secuestro agravado y homicidio en grado de tentativa en contra de servidores públicos, así como uno del fuero federal y que es por el delito de delincuencia organizada en la modalidad de robo de hidrocarburo; tan sólo por el delito de secuestro agravado, "El Marro" podría alcanzar una pena máxima de 90 años, de acuerdo con el Código Penal vigente en Guanajuato, en tanto que por el delito de homicidio agravado en grado de tentativa en contra de servidores públicos alcanzaría otra pena de otros 60 años, en caso de ser encontrado culpable.
La de El Marro es hasta ahora la detención más importante del sexenio, tanto a nivel estatal como a nivel federal. Al menos así lo ha referido la titular del Secretariado Ejecutivo del Sistema Estatal de Seguridad Pública, Sophía Huett López, quien dijo que el Cártel Santa Rosa de Lima no ha podido recomponerse, pues liderazgo que surge, liderazgo que ha sido detenido.
“Guanajuato está haciendo lo que le corresponde, en el caso de las organizaciones locales, ustedes lo han visto, se ha desmantelado y en cuanto empieza a subir uno (de los nuevos líderes) se vuelve a detener”, señaló, al tiempo que hizo un llamado al Gobierno Federal a coadyuvar en el desmantelamiento de la estructura financiera de éste y todos los grupos delincuenciales. “Mientras no se combatan esas estructuras, Guanajuato va seguir llenando sus cárceles (...) lo que urgiría es que en términos nacionales pudiéramos acabar con las grandes estructuras delictivas”.
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Por su parte, el gobernador de Guanajuato, Diego Sinhue Rodríguez Vallejo, aseguró que el Golpe de Timón, implementado al inicio de su sexenio y con el cual fue detenido El Marro, no sólo sirvió para la captura de éste, sino también para recuperar un territorio, como fue la comunidad de Santa Rosa de Lima, en Villagrán, que literalmente había sido apropiado por el grupo delictivo que incluso llevaba el nombre de este lugar. Además, los homicidios han registrado una disminución de un 21.8% en la comparativa de enero a julio de 2020, cuando El Marro estaba en libertad, con enero a julio de 2021, con este personaje en prisión.
Y es que de acuerdo con el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, en los primeros siete meses del actual año han sido asesinadas dos mil 106 personas, cuando en el mismo periodo del año pasado eran dos mil 695, es decir, 589 personas menos.
El Marro no quiere estar aislado
José Antonio N. cumplirá el próximo siete de agosto un año de haber sido enviado al penal de El Altiplano, lugar al que por nada del mundo quería ser trasladado. El Marro no quería estar preso fuera de su estado y pidió a su defensa que hiciera todo lo posible para hacer que se quedara en Guanajuato, pero no lo logró. Allá, recluido en el Cefereso número 1, como se le conoce a El Altiplano, ha escuchado las tres vinculaciones a proceso de las que ha sido objeto.
El Marro sabe que se quedará preso y por ello ha pedido que se le trate como a una persona común y corriente y sobre todo, que no se le mantenga aislado. El aislamiento le provoca depresión. Así lo reveló una fuente que estuvo en la audiencia del 12 de agosto, cuando un juez federal lo identificó como líder del Cártel Santa Rosa de Lima y por ello estaba acusado de delincuencia organizada, en el modo de robo de hidrocarburo.
"Que se me trate como una persona; si hice lo que hice o no lo hice, es otra cosa; que no se me tenga aislado, no soy indisciplinado; si se puede, señoría, es lo que quería manifestar", fue la única petición que hiciera El Marro aquel 12 de agosto.
Esta aseveración se vio reforzada en noviembre de 2020, cuando un juez desechó parcialmente un amparo interpuesto por la defensa de El Marro, con el que pedía, a parte del cese al presunto maltrato, la incomunicación y aislamiento del que supuestamente era objeto, que le dieran la oportunidad de tener una televisión de la marca Leadstar negra, así como unos audífonos de la marca Sony, los cuales le fueron negados.
El presunto delincuente que vivió días aislado y a salto de mata, ahora apelaba a no estar solo.
Cártel debilitado
Para Álvar Cabeza de Vaca, secretario de Seguridad Pública del Estado, es válido pensar que El Marro siga siendo informado de lo que sucede en Guanajuato, pero aún así tendría poca capacidad para poder operar. Y sentenció: el Cártel Santa Rosa de Lima, aunque tiene lo que ha sido calificada su tercera generación de liderazgos, con la presencia de El M1, que más que una persona, sería un liderazgo colectivo, el grupo delictivo ha sido debilitado.
A diferencia del Cártel Jalisco Nueva Generación, que no está asentado en el estado, sino que las decisiones son tomadas fuera de ésta, por lo que cuando un líder es detenido, es enviado otro con la misma fuerza armada, en el caso del Cártel Santa Rosa de Lima ha sido acotado tanto en fuerza como en territorio. Por ello, aseguró, las estrategias de seguridad han dado resultados, pues no sólo se mermó a este grupo causante de gran parte de la violencia en el estado, sino que tampoco se le ha permitido recomponerse.
Junto con El Marro, también están presos los integrantes de su primer círculo de confianza:Raúl Alberto N, alias Diente; Silvestre N; Saulo Sergio N, El Saulo, Guillermo N. y José Cruz N, quienes eran sus presuntos lugartenientes. Adán N., alis El Azul, hombre de confianza de José Antonio N., también está detenido. Poco queda del Cártel Santa Rosa de Lima, pero lo que queda sigue provocando violencia en el estado.
Aún pregunta quién lo traicionó
El Marro ha cumplido 365 días en prisión. Apenas el pasado 23 de julio vivió ahí su cumpleaños número 41, el primero tras las rejas. A un año de distancia, todavía sigue creyendo que alguien lo traicionó, según revelan fuentes allegadas al caso.
“¿Quién me traicionó?”, preguntó El Marro aquel dos de agosto a los agentes que lo tenían sometido en el suelo, al momento de su detención. Preguntó en tres ocasiones quién lo había traicionado, pero no hubo respuesta.
La versión de la traición también se reforzó, pues luego de la detención de El Marro, hubo asesinatos en las que dejaron cartulinas y en donde la autoría la atribuían al Cártel Santa Rosa de Lima y en ella develaban que dichos ataques eran por venganza en contra de los “chapulines”, como le llaman a quienes traicionaron al grupo criminal.
El pueblo de Franco Tavera, en Juventino Rosas, era hasta entonces la zona más segura para El Marro. El poblado está a tan sólo 10 minutos de Santa Rosa de Lima, donde era el centro de operaciones del grupo delictivo que dirigía, y a siete minutos de San Antonio de Los Morales, donde nació El Marro el 23 de julio de 1980 y donde vivía su madre; realmente El Marro nunca se fue de esa zona, pues ahí tejió su red de escape en 15 poblados de esa región que hoy vive una relativa calma, pues desde agosto de 2020 no ha habido ningún homicidio en la zona.