La entrega a domicilio ya era un servicio utilizado antes de la pandemia; con el confinamiento, muchos negocios para poder seguir operando decidieron ofrecerlo y aunque es una práctica habitual, hay zonas que por tradición lo vieron como novedoso.
Es el caso de un comercio de abarrotes, como hay muchos en Villas de San Juan, sólo que éste entrega el mandado en las puertas de la casa de quien lo solicite.
Es, dicen los encargados, la única tienda que cuenta con esta facilidad en toda la zona. Pero ¿Por qué es peculiar?
"La gente de Villas de San Juan es muy tradicional", responde Ricardo, uno de los jóvenes que se aventuró a emprender en un giro con demasiada competencia: los abarrotes.
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CAMBIO URGENTE
A principios de año, Ricardo y su socio, Santana, planearon abrir un depósito de venta de cerveza. Contaban con local y con un plan de acción, pero llegó la pandemia y con ella, la emergencia sanitaria y el paro en la producción de bebidas alcohólicas y cierre de trámites administrativos en el gobierno.
"Ya teníamos rentas pagadas del local pero no teníamos qué vender. Tuvimos que cambiar rápidamente el proyecto y decidimos montar la tienda. Empezamos con muy poco, pero teníamos que hacerlo porque necesitábamos trabajar y teníamos que hacerlo en algo que no tuviera restricciones; debíamos ser una actividad esencial", afirmó.
En plena pandemia, con la indicación a los ciudadanos de quedarse en casa para contener los contagios por coronavirus, la tienda que se ubica en placita comercial sobre el bulevard Constelaciones abrió pero con la novedad de entrega a domicilio.
"La gente de Villas de San Juan es muy tradicional (Ricardo y Mildred, su esposa, son de ahí). Les da miedo lo nuevo. Desconfían de pedir su mandado por teléfono o Whatsapp y que se lo lleven a su casa".
Agrega que Le comentan "yo prefiero salir, caminar, ver a más gente. Es parte de la rutina. Además de que creen que la tecnología no sirve para esto".
"Dar el servicio a domicilio es de gran ayuda porque lo tienes inmediatamente, justo cuando estás haciendo de comer y se te olvidó algo y en este tiempo, de evitar que las personas salgan, es nuestra contribución para contener la enfermedad del Covid-19", señala Ricardo.
Fácil no ha sido, pero como él mismo dice "la mejor publicidad es la de boca en boca y de a poco hemos aumentado nuestra cartera de clientes", responde con una sonrisa.
A Mildred, Estrella, Santana y Ricardo les agrada su trabajo y sobre todo saber que pueden ayudar a los adultos mayores, para protegerlos ante el coronavirus y para facilitarles la vida.