León, Gto.- Alejandra es servidora pública; Clara es empleada de un despacho de abogados y Miguel es comerciante pero todos tienen algo en común: lucharon por sus sueños y ahora son orgullosos licenciados en Derecho y a pesar de que no fue fácil, se sienten orgullosos de ellos mismos y demuestran que nunca es tarde para cumplir sus metas.
➡ Suscríbete a nuestra edición digital
Este sábado, fue su graduación en el que al igual que otros 15 compañeros, rindieron protesta como Abogados, dejando en el anecdotario las desveladas y otros sacrificios que hoy ven recompensados con un proyecto de vida cumplido.
Ejemplo de superación
María Alejandra Rodríguez Ibarra de 46 años, trabaja como custodia en un juzgado cívico y ahora es una feliz abogada. Ella demostró a sus cinco hijos que si se quiere se puede. Pues ellos, al ver que su mamá pudo hacerlo y los motivó a seguir con sus estudios, dos de ellos estudian ingeniería, una más estudia inglés y el otro la preparatoria Militarizada. Otro de sus hijos no quiso estudiar pero trabaja en el campo. Para lograr su sueño, el apoyo de su esposo fue fundamental para poder sacar todas las actividades de ama de casa, empleada y estudiante.
“Es por superación personal, era algo que yo quería, demostrarme a mí misma que podía hacerlo”. Dijo orgullosa Alejandra.
“El enemigo a vencer es uno mismo”
Miguel Ángel Salazar Reyes de 36 años, fue policía varios años y después salió de las filas de la corporación, inició como comerciante y ahora tiene una vinatería, pero el sueño de cumplir una carrera universitaria, lo siguió hasta que decidió, apoyado por su esposa quien también es abogada y que sus hijos se sintieran orgullosos de él.
“Es una satisfacción muy grande, pero si se puede y nunca es tarde, es difícil pero con el apoyo de toda la familia se logra, sobre todo estoy agradecido con mis papas porque cuando ellos me dieron la oportunidad no la aproveche y ahora es con el propio sudor y con mi propio esfuerzo”. Comentó Miguel quien buscará laborar en la materia civil.
Joven mamá y orgullosa de sus logros
Clara Vela tiene 31 años y el ver por su hija adolescente de 13 años, la ha llevado todo el tiempo a buscar superarse a ella misma. A los 21 años ingresó a estudiar criminología, pero tuvo que truncar el sueño por motivos de salud. La universidad no quiso aceptarla como reingresó por lo que decidió dejar la escuela a un lado, hasta que un amigo le animó a estudiar derecho y aunque estuvo a punto de abandonar nuevamente la carrera, puso todo de su parte para que no fuera así y tras tres años de esfuerzo, hoy finalmente egresó.
“Lo que sigue es seguir preparándome, voy a estudiar una maestría y a mediano plazo buscar otro posgrado en el extranjero”.