Las y los migrantes atraviesan México tras salir de sus países de origen, buscando una mejor oportunidad de vida, se han topado de frente con diversos peligros, desde el cruzar la selva del Darién, ser discriminados hasta el encontrarse con algún grupo del crimen organizado, sobre todo al llegar a México.
▶️ Suscríbete a nuestra edición digital
El crimen organizado se ha convertido en el mayor peligro para las personas migrantes, pues muchos, cuando han entrado a territorio mexicano, se les ha perdido la pista, pues según señalaron algunos migrantes, personas mal intencionadas aprovechan de ellos, algunos para extorsionalos y otros para reclutarlos forzosamente para delinquir.
El pasado domingo 14 de enero fueron encontrados dentro de una bodega ubicada en Tlaxcala 726 migrantes originarios de Guatemala, Honduras, El Salvador, Ecuador y Nicaragua, grupo que estaba conformado por al menos 75 menores de edad sin compañía, 108 mujeres, 399 hombres y 45 familias integradas por 144 personas, el descubrimiento resuena en las mentes de las familias que llevan a medias su camino hacia el ‘sueño americano’.
Zaccha Vázquez, uno de los organizadores de la organización Amigos del Tren México, explicó que no se tiene un registro exacto sobre la verdadera cantidad de migrantes que existen dentro del país, esto podría dar paso a que tampoco se pueda registrar si alguno de ellos es víctima de algún delito.
“Los migrantes, cuando entran a México, lo hacen sin registro, nadie sabe que están en el país, migración no tiene el dato exacto de cuántos migrantes entran actualmente al país, ni siquiera el Estado de México sabe cuántos migrantes hay ya que la mayoría de estas personas entran de manera ilegal y eso hace imposible llevar un control exacto”.
Añadió que también el estar sin opción de poder hablar con sus familiares provoca que nadie sepa si lograron llegar o no a México.
“Los migrantes pierden contacto con sus familiares desde que salen del Darién, muchos salen ya sin celular y no saben más de ellos hasta que llegan aquí o son deportados, cuando pasan los diferentes países para llegar hasta acá los asaltan infinidad de veces”.
Mencionó que entre las historias de los migrantes han escuchado que tanto hombres como mujeres son secuestrados para obligarlos a traficar drogas mientras que a las y los niños también han llegado a ser objetos de abuso.
Opinó que este problema en lugar de aminorarse continuará empeorando, pero el que pongan más controles migratorios solo les pondría más trabas a las y los migrantes quienes solo quieren llegar a obtener su sueño americano.
“Tristemente no creo que esto llegue a disminuir por el tráfico de gente que está empezando a pasar en México y por la situación económica del país, es muy incierto poder decir que la policía o Migración pueda hacer algo para evitarlo, ya que con esto surgirían muchos controles migratorios que pueden llegar a acabar con este flujo, hay que recalcar que ellos no vienen a México para quedarse, van tras un sueño americano pero para muchos de ellos se acaba ese sueño llegando aquí”.