León, Gto.- El campo en Guanajuato está pasando por su peor crisis de al menos los últimos 30 años, pues la falta de lluvias ha hecho que operen a un 50 por ciento de su capacidad, así como la desaparición de programas que ayuden a la tecnificación de los productores campesinos, así lo expresó Rubén Vázquez de la Rosa, representante legal del Comité Pro Mejoramiento del Agro Guanajuatense.
“Nuestro subsector por así decirlo, lo que ocupa es apoyos para tecnificarse, para poder trabajar de una manera más eficiente, en este caso del Diesel, es un recurso que se está yendo a las arcas del gobierno, pero el gobierno no lo regresa en forma de apoyos. El sector agropecuario está pasando la crisis más severa de los últimos 30 años, me atrevería decirlo”, comentó.
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El campo se divide entre 3 subsectores, el productor temporal que trabaja las tierras para consumo propio, mismo que es minoría, el productor medio que vive de la actividad en el campo y que alimenta a todo México, actualmente es la mayoría y ha sido el más afectado y por último están los empresarios de la Agroindustria, quienes exportan pero que igual no representan la mayoría en el sector.
Actualmente al menos del Comité Pro Mejoramiento del Agro Guanajuatense, se informa que más de 10 mil productores en el campo en 14 municipios del estado, están pasando por momentos difíciles, pues de trabajar 70 hectáreas, únicamente se han podido manejar 35 hectáreas debido a la falta de lluvias.
Por lo anterior urge la tecnificación del campo, que consiste en invertir en los pozos tecnologías, para así poder consumir menos agua de los mantos acuíferos del estado. Para lograr el objetivo, se requieren al menos un millón y medio de pesos, en la que el estado aporta hasta un 50 por ciento, mientras que la Federación no aporta ni un peso, por el contrario, los productores se han endeudado.
“Estamos trabajando de manera ineficiente, endeudándonos, desde la banca del desarrollo del país, no hay créditos blandos hacía los sectores, estamos a la deriva totalmente porque quitaron los apoyos al seguro agrícola, aunado a que no hay una cultura de asegurar las parcelas, también no se incentiva al subsidiar, la comercialización es a la buena de Dios”, explicó.
Con la tecnificación de pozos, se puede ahorrar por pozo hasta 2 mil millones de litros de agua, automáticamente podría brindar 50 litros de agua por persona diarios, así la gente se vería beneficiada por que se podrían reservar los mantos acuíferos para otras actividades, mientras que los pozos alimentarán el campo.
“El 60 por ciento de la superficie del estado, se riega a destiempo y se riega ineficientemente, lo cual genera que no satisfaga las necesidades de la planta”, mencionó.
Lo que están buscando algunos productores es que candidatos a los cargos públicos en los diversos municipios que operan, puedan comprometerse con ellos para brindar el 25 por ciento de la inversión y así se pueda comenzar a trabajar en las necesidades del mismo.
La Comisión Nacional del Agua (CONAGUA), concesiona hasta 6 mil metros cúbicos de agua por año a productores del campo, sin embargo se llega a sobrepasar hasta el doble de lo permitido, a falta de la tecnificación de pozos.
Por hectárea de maíz un campesino tiene una ganancia de 10 mil pesos, lo que lamentablemente tendría que tener hasta más de 100 hectáreas para invertir en la tecnificación.
También el tema de la inflación llegó a afectar aún más el campo, pues todo incrementó para su actividad, por ejemplo los tubos de PVC que antes costaban 330 pesos, ahora cuestan 900 pesos, la aurea comenzó el año costando 6 mil pesos y ha costado hasta 12 mil pesos.
“La semilla de maíz andaba en 3 mil pesos , ahorita un bulto con 60 mil semillas ocupa, se ocupan dos bultos para una hectárea, son alrededor de 5 mil pesos, son 10 mil pesos para simplemente iniciar el cultivo”, comentó.
Rubén Vázquez de la Rosa explicó que también requieren de apoyo para la compra del Diesel de los tractores con los que trabajan, pues para poder operar ocupan hasta 200 litros para recorrer una safra, lo que equivale a mil 400 pesos, por lo que al trabajar más de 100 mil hectáreas si se invierte bastante en combustible.
Además antes no se consideraban apoyos para productores con entre 5 a 10 hectáreas, sin embargo ahora se deja afuera a productores con hasta 15 a 20 hectáreas, lo que deja mucho cultivo tirado, más las legumbres, siendo un panorama preocupante para el país.